Los vecinos del barrio de Los Rosales retoman estos días su lucha contra la instalación de una antena base de telefonía móvil en el centro comercial con la presentación de un recurso de reposición ante la respuesta del Ayuntamiento a sus alegaciones. La entidad que los representa considera que este tipo de aparatos –más tratándose de una estación de control como la que pretende colocar Vodafone– pueden provocar problemas de salud y asegura que los permisos concedidos por el Ayuntamiento van en contra de la ordenanza local.
Si a finales del año pasado Los Rosales se levantaba en contra de la instalación de una antena de telefonía en la zona que vendría a substituir a la que, con sus protestas, consiguieron eliminar del Colegio Calasanz; ahora, nueve meses después, retoman sus protestas tras recibir respuesta del gobierno local.
“Va en contra de la ordenanza municipal porque esta indica que una antena tiene que estar en pisos de más de seis plantas o más bajos en el caso de que no esté rodeada de edificios”, explica el presidente de la asociación vecinal, Fernando Carrillo.
De hecho en la propia respuesta del Ayuntamiento a las alegaciones iniciales, se indica claramente que “no se permitirá la instalación de estaciones base sobre la cubierta, cuando la altura de la edificación donde se pretende ubicar no haya alcanzado la altura máxima permitida en el Plan General o, habiéndola alcanzado, sea inferior a bajo más seis plantas o inferior a algunos de los edificios colindantes”, como ocurre en este caso.

caducidad de la licencia
El objetivo de la compañía es colocar el repetidor principal de la zona en la azotea del centro comercial Los Rosales. En este sentido, en su recurso el colectivo ha recordado que además de saltarse la norma, el ejecutivo local también se olvida de que “la concesión de licencia dura dos años y después prescribe” y el permiso a Vodafone se dio hace “cuatro o cinco años” y no se ha renovado.
El problema es que la firma ha decidido que el momento para expandir sus instalaciones es este. “Pensamos que no es necesaria y además no es un repetidor, es una estación base de control con altos niveles de radiación”, asegura Carrillo.
Por contra, y a la espera de que el recurso de reposición tenga algún efecto, desde el Ayuntamiento se les asegura que “con los niveles de radiación recomendados es suficiente para salvaguardar la salud de la población en general ante exposiciones a campos electromagnéticos débiles”. Pero la entidad vecinal no se fía porque aunque no haya nada demostrado “pasa como en zonas donde hay cables de alta tensión, donde se dan más casos de cáncer y leucemia”.
Pese a todas las supuestas irregularidades que ve la asociación de vecinos en la concesión de la licencia de obra y las negativas municipales, según Carrillo, han hablado con la gerencia del centro comercial en cuestión y esta también se niega a albergar una base porque no les conviene. “Nos tememos que desde el Ayuntamiento no nos darán una respuesta pero vamos a estar vigilantes para llevar a cabo acciones de protesta si empiezan las obras”, advierte.