La polémica elección entre la devoción y la fiesta

La polémica elección entre la devoción y la fiesta
los coruã±eses ejercieron de orgullosos anfi triones para los millares de visitantes que abarrotaron la ciudad para vivir el san juan

El Ayuntamiento ha cortado de raíz con el día festivo más arraigado en la ciudad para unos, y menos celebrado por otros. El día del Rosario ha supuesto siempre un enfrentamiento entre los defensores de que la patrona de la ciudad tuviera un día de fiesta y quienes consideraban que ese privilegio debía recaer en el día de San Juan. El próximo año, y según explicó el alcalde, el 24 de junio será festivo local “atendiendo a una gran demanda social”.
Pero como en botica, hay de todo. Una gran mayoría de coruñeses ha aplaudido en cambio, si bien es cierto que hay a quienes la noticia les ha levantado ampollas. En contra de esta decisión se han pronunciado exalcaldes como Francisco Vázquez o Liaño Flores, representantes de cofradías religiosas y devotos de la virgen. Sin embargo, hasta los vecinos y comerciantes de la Ciudad Vieja, donde más se celebra el día de la patrona, están conformes con la festividad concedida a San Juan, y aprovecharon la oportunidad para pedir “una actualización” de las fiestas del Rosario porque, dicen, “están obsoletas”. Beneplácitos y críticas aparte, el hecho es que, en 2014, los coruñeses tendrán que acudir a trabajar el día de la que es la patrona de la ciudad desde hace cinco siglos.

patrona desde 1.589
San Juan vuelve ahora a retomar parte de los “privilegios” perdidos en 1.589, cuando dejó de ser el patrón de la ciudad. Y todo, por un voto de un reducido grupo de coruñeses. Así lo relata el archivero de la Colegiata de Santa María, Ismael Velo, que explica que ese pequeño grupo de personas, “unos 11”, cofrades todos de la Virgen del Rosario, se reunieron “en una casa, no se sabe dónde”, y pidieron a la virgen protección ante el ataque de los ingleses, comandados por el pirata Drake.
Sería cerca del actual cuartel de Atocha. Allí estaba por aquel entonces el convento de Santo Domingo, donde los cofrades se reunían. No sería posible aquel día, ya que los ingleses habían colocado allí sus baterías para bombardear la ciudad fortificada que tenían a sus pies. Los asediados pidieron ayuda a la virgen del Rosario y, de ser concedida, prometieron convertirla en patrona de una ciudad que temía ante la posibilidad del fin de su existencia.
El archivero también relata que además de la promesa al Rosario, en A Coruña se vivieron otros momentos de fluctuación. “Sobre 1.598 hay otro grupo de fieles que hace un voto a San Roque para que les librara de la peste”. Poca documentación hay sobre este hecho; “tal vez leyendo más adelante nos enteremos de más historias”, bromea Velo. Rosario, San Juan... podría haber sido San Roque. A finales del siglo XVI A Coruña dio un giro con el cambio de su patrón. Ahora lo da, en menor medida, con el cambio de un día festivo por otro, pero como en todo, es difícil encontrar el agrado total. 

La polémica elección entre la devoción y la fiesta

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