El Ayuntamiento de Oleiros expropia una finca de Perillo, ubicada concretamente en Corredoira das Viñas, para eliminar un tapón urbanístico.
El terreno, de unos 70 metros cuadrados, que cuenta con un garaje en planta baja vinculado a una vivienda unifamiliar, se encuentra fuera de ordenación e impide que se pueda ampliar la calzada, en uno de los tramos de la vía, hasta las 16 metros.
Trámites
Los trámites de expropiación se iniciará a mediados del año pasado. Cabe recordar que en mayo de 2018 el Diario Oficial de Galicia, en su edición del día 29, anunciaba la aprobación inicial del expediente.
Un expediente que, conforme a la legislación vigente, permaneció expuesto un mes en la sede oleirense de la Concejalía de Urbanismo para que se pudiesen presentar las alegaciones que se considerasen pertinentes.
Justiprecio
El Gobierno local, que preside Ángel García Seoane, calculaba que debería indemnizar al propietario del inmueble afectado por la expropiación con 18.000 euros.
La demolición del edificio, según fuentes municipales, se hace muy necesaria después de que se urbanizase todo el entorno de Corredoira das Viñas y se abriesen al tráfico las calles dedicadas a Pucho Boedo y Los Satélites.
“La ampliación del vial implicará que en As Viñas se pueda circular en ambos sentidos y no como hasta ahora que tan solo puede hacerse desde la avenida de Che Guevara hasta el alto de Perillo”, indican fuentes municipales.
Proceso similar en Dexo
El anuncio de la expropiación del solar de Corredoira das Viñas se produce a los pocos días de que el propio regidor oleirense indicase que también se procederá a una medida similar en la parroquia de Dexo, en el entorno natural de Seixo Branco, para poder habilitar un aparcamiento público.
“Los terrenos son de un solo propietario, residente en A Coruña, que los adquirió para construir chalets, pero no se le permitió porque no es zona urbanizable. Vamos a intentar negociar y si vende, mejor, si no, recurriremos a la expropiación”, apuntaba el regidor.
La infraestructura se ubicará, según el regidor, al final del camino que conduce a las antiguas baterías militares situadas en la zona del acantilado.
García Seoane invitaba, no obstante, a visitar la zona andando al tiempo que advierte de que se sancionará económicamente a todas aquellas personas que accedan al lugar en motocicletas o realicen prácticas con ellas.