De Roncesvalles hasta Vigo, pasando por Carantoña, Fendetestas y A Galleta

De Roncesvalles hasta Vigo, pasando por Carantoña, Fendetestas y A Galleta
Cambre cuenta con su propio Roncesvalles en la parroquia de Lema quintana

Entre Vigo y Roncesvalles solo hay seis minutos en coche. Verídico. Roncesvalles está en Lema (Cambre), por mucho que los peregrinos se empeñen en iniciar el Camino desde Navarra, y también en ese municipio está Vigo, una aldea en Santa María de Vigo con bastantes menos cuestas que la ciudad olívica.
No son los únicos nombres curiosos que se encuentran en los ayuntamientos del área metropolitana de A Coruña y de la comarca de Betanzos. Al archiconocido Quinto Pino de Arteixo –originariamente se llamaba A Revolta das Pedras– se unen otras ubicaciones donde bien podrían comenzar chistes e historietas: en Arteixo existe A Piollosa (en Monticaño) y en Cambre cuentan con lugares como Fendetestas, mientras que Carral apuesta por el pragmatismo uniendo palabras con sus Aquelabanda y Outra Aldea.

topónimos animalistas
Los nombres de animales son un recurso común para denominar lugares y parroquias. Así, en la zona de Barrañán (Arteixo) encontramos O Galo y algo más al norte, en el entorno del Puerto Exterior, se encuentran O Asno y A Pedra do Gato Fero. Cambre hace su aportación alada con A Mosca –en Andeiro– y Carral lanza su órdago con A Cabra, lugar cercano al límite con Cerceda. Sobre insectos saben también en Cesuras, donde cuentan con un sitio denominado A Carracheira, y Oleiros mete miedo con su Raposeira, cerca de Iñás.
Nombres más literarios son A Cova do Ouro, lugar cercano al monte de Penouqueira y del cementerio de Arteixo, Barbablanca (Suevos) y Fendetestas, territorio de Pravio (Cambre) que mantiene vivo al autor más importante del pueblo, Wenceslao Fernández Flórez, y a su bandido de “El bosque animado”. En el mismo Pravio podrán pararse si son fanáticos del dulce, pues hay un Pastel, y cerca de allí, en O Gaiteiro (Sigrás), seguro que pueden bailar una buena repichoca. Si va acompañado de niños siempre podrá pasar el rato en O Moneco, en tierras cesuranas, y si lo que le gusta es tomar el té, en Sorrizo tienen A Galleta. Cerca de allí, O Rañal sube la apuesta gastronómica con su playa de A Salsa.
El amor tiene un puesto importante en el mapa de la comarca y también se encuentran apelativos cariñosos. Así, en Miño es posible la frase “hacer carantoñas en Carantoña” y en Cesuras pueden celebrar la amistad en sitios como Camarada. Eso sí, no todo son buenas maneras y muy mal se tuvo que portar un tal Jorge para que en Abegondo encontremos el lugar de Ardexurxo. Algo más lejos, ya en territorio entre Cesuras y Mesía, el mapa refleja un Tiñoso y un pequeño afluente del Tambre, el Cabrón, casi roza Carral. Pasen y vean.

 

De Roncesvalles hasta Vigo, pasando por Carantoña, Fendetestas y A Galleta

Te puede interesar