La industria auxiliar quiere "tomar el control" de Barreras

La industria auxiliar quiere "tomar el control" de Barreras

La industria auxiliar afectada por la crisis de Hijos de J. Barreras ha acordado unánimemente dar "un paso adelante" para desbloquear la situación y negociará con Pemex (accionista mayoritario de la empresa a través de su filial PMI, com un 51 % de los títulos) para "tomar el control" del astillero, bien mediante su entrada en el accionariado o bien mediante la cesión de derechos políticos para tener "capacidad de decidir".

Así lo han trasladado en rueda de prensa los representantes de la plataforma de auxiliares acreedoras, el letrado Alberto Rocha y el secretario general de Asime, Enrique Mallón, quienes han explicado que Pemex ha mostrado "buena disposición" ante esta vía.

Según ha incidido Mallón, ésta "no es la solución preferente, pero es a la que han abocado a la industria auxiliar", dado el bloqueo en la situación, que ha desembocado en un escenario "inédito", "similar a un cierre patronal". "Las auxiliares no tienen interlocutores para avanzar en los proyectos, a los que poder dirigir sus quejas o propuestas (...). No es admisible, esto parece más el escondite que una gestión empresarial seria", ha criticado el secretario general de Asime.

Así las cosas, las auxiliares decidieron este miércoles en una reunión poner sobre la mesa una nueva vía: "tomar las riendas del proceso" e "intervenir para influir en las decisiones", lo que, además, les permitiría tener "un papel más activo" en el caso de que Barreras acabase entrando en concurso.

En esa línea, plantean constituirse en sociedad para iniciar la negociación y, como paso previo, remitirán a Pemex la próxima semana "una carta de intenciones" sobre la hoja de ruta a seguir. De este modo, las opciones podrían ser, bien capitalizar deuda (intercambiando parte de esa deuda que Barreras tiene con ellas y que asciende a más de 25 millones de euros por acciones) o bien negociar la cesión de derechos políticos "con opción de compra" para poder tener voz y voto en las decisiones del astillero.

CAPACIDAD PARA ACABAR LOS BARCOS

A ese respecto, los representantes de las auxiliares han aclarado que estas empresas tienen capacidad técnica sobrada para terminar los proyectos de Barreras, pero "no capacidad económica" para asumir más costes o quitas sobre las deudas (en el caso de algunas empresas, de más de 2 millones de euros).

Para estos planes, ha reconocido Alberto Rocha, es "imprescindible" contar con la complicidad del armador del principal contrato, Ritz Carlton, para acabar el crucero de lujo que está en la grada, "y el resto de barcos", en alusión a la cartera de pedidos del astillero, que asciende a más de 800 millones de euros.

"GENEROSIDAD" DE LOS ACCIONISTAS

Con esta propuesta sobre la mesa, "la última bala en la recámara", Enrique Mallón ha pedido "generosidad" a los actuales accionistas de Barreras, porque "falta un capitán" en el astillero y las auxiliares han asumido el compromiso de intentar sacarlo adelante. "Hay que eliminar egoísmos, o defensas numantinas de las acciones de cada uno (...), no podemos enzarzarnos en negociaciones de cantidades desorbitadas, porque las acciones de Barreras valen lo que valen", ha subrayado.

Asimismo, el secretario general de Asime ha advertido, con respecto al grupo Albacora, aunque sin nombrarlo, que no se puede estar en un consejo de administración con el 24,5 % de las acciones para hacer "turismo industrial". "No vale el inmovilismo, cuando inviertes en una empresa lo haces con todas las consecuencias. La solución que nosotros proponemos la podían haber planteado otros accionistas", ha indicado, y ha advertido de que "esto no es el monopoly, hay que ser serios y estar para los premios y reconocimientos, pero también para la gestión".

Finalmente, Alberto Rocha ha admitido que, a día de hoy, siguen sin conocer las cuentas de Barreras, aunque "es evidente la insolvencia", tras haber solicitado el preconcurso, y probablemente "hay un desequilibrio patrimonial, pérdidas acumuladas y fondos propios negativos".

No obstante, y ante la posibilidad de que el astillero entre en concurso, este letrado ha puntualizado que "el concurso no tiene por qué ser la muerte" o liquidación de Barreras, sino que implicaría la entrada de un administrador "competente, profesional y neutral" que no tenga "dobles intereses".

Los representantes de la plataforma de auxiliares han insistido en que "están en juego mil empleos" y la supervivencia de numerosas empresas, y han instado a las entidades financieras a mantener "la confianza" en el sector y ser "parte de la solución" porque la caída del astillero puede tener un "impacto desastroso" también para ellas.

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