Fernando Alcalde, director general del astillero coruñés José Valiña, es desde el pasado mes de julio el presidente del Clúster del Naval (Aclunaga). Su elección abrió un conflicto en el seno de la entidad, dado que parte de los empresarios que estaban en la anterior directiva entendieron que no se cumplía con la alternancia que marcan los estatutos entre el naval vigués y el de Ferrol. Hubo un “plante” y el nuevo equipo quedó formado por seis representantes del sur –Aister, Balio, Barreras, Freire, Metalships y Vulcano– y tres del norte –Valiña y Talleres Carral, de A Coruña, y el Coinga, de implantación en ambas zonas–, con el anuncio de la entidad de que “los dos restantes serán nombrados en las próximas semanas”.

Varios meses después, y sin que se haya producido el regreso de los empresarios ferrolanos, el presidente de Aclunaga, Fernando Alcalde, da el conflicto por zanjado y aboga por evitar los localismos.

—¿Cuál es su diagnóstico del naval gallego?

—¿El privado o el público? Yo, claro, conozco mejor los problemas del privado.

—Hablemos entonces primero del privado.

—Pues estamos todos intentando salvarnos como sea. En el caso de los astilleros privados, nuestra fortaleza es el estar concentrados en una zona y ofrecer tan buen saber hacer. Creo que la marca de construir en Galicia es un valor añadido. Creo que el hecho de que pudiera desaparecer algún astillero no es deseable y que todos tenemos que hacer un análisis de nuestro proceso productivo. No podemos repercutir ahora todos los problemas a la industria auxiliar. Hay que hacer examen de conciencia.

—¿Confía en que haya una solución en el tema del tax-lease? ¿Cómo valora el nuevo marco europeo de ayudas al naval?

—En el tax-lease se está discutiendo un nuevo modelo y confiamos en que sea definitivamente resuelto pronto, porque ya no tenemos más margen de reacción. En cuanto al nuevo marco de ayudas, a nosotros nos ha perjudicado, porque nos han quitado hasta el I+D, en el que ahora tenemos que ir a una convocatoria general. Las ayudas son para innovación de producto, pero no sirven para reducir el precio del barco.

—En cuanto al naval público, Aclunaga respaldó la demanda del dique flotante.

—Total y absolutamente. En el naval ferrolano la industria auxiliar se va a ver perjudicada como en Vigo y creemos que es urgente hacer el dique flotante, porque servirá para recuperar el sector de reparaciones, y el levantamiento del veto.

—Se demanda también un dique para Vigo, ¿entran ambas demandas en conflicto?

—No, son dos mundos diferentes. El de Navantia es orientado a un mercado muy concreto, los gaseros, y también otros buques, sí, pero el de Vigo sería para los Panamax y otros barcos menores. Creo que hay mercado para todos y también apoyamos ese otro dique. No los veo incompatibles.

—Ha habido un divorcio en el seno de Aclunaga con los empresarios del naval ferrolano...

—No es cierto, no hay ningún divorcio. Ha habido algunos ma-lentendidos entre algunas empresas y Aclunaga, pero yo soy el presidente de todo el clúster, sin más. De la zona norte estamos tres; tenemos que completar la directiva para que estén ocho del sur y siete del norte, y lo haremos, pero ese problema lo doy por zanjado. Somos todos gallegos y tenemos los mismos problemas. Vamos a dejarnos de localismos.