11º-14º
jueves | 25 abril | 2024
“Si mi rayo te alcanzara”, el nuevo disco de Xoel López, nació ajeno al virus, pero su grabación se vio inmersa en la crisis sanitaria. Hoy, después de varios meses, al fin ve la luz.
¿Qué buscaba con este nuevo trabajo discográfico?
Creo que seguir reflejando mi momento. Date cuenta que, en mi caso, la composición es una forma de vida, compongo como quien mira por la ventana, es lo que hago, vivo así. En ese sentido, no había una intención clara de enfrentarme a nada en concreto. Dicho esto, creo que estaba en un momento de cambio y quería reflejarlo musicalmente. No estoy en una época precisamente conservadora, todo lo contrario, con ganas de atreverme y probar cosas. Creo que me quedó un disco sin complejos, con sentimientos muy dispares que conforman un imaginario de libertad.
Ha estado acompañado en la creación del disco por David Quinzán, ¿cómo surge la colaboración?
Fue una propuesta que yo le hice porque después de tantos discos componiendo sólo, me apetecía hacer algo diferente. Además, llevaba un tiempo sin componer y me apetecía arrancar desde otro sitio. Se lo propuse a David, que viniera a mi casa para empezar a hacer una rutina de oficio de compositores, al viejo estilo, como se hacía en los años 70. Empezamos a componer sobre lo que me pasaba a mí por la cabeza y él me ayudó a darle forma. Esa era la idea, no quería hacer cosas que no me pertenecen, que sean de otro, quería hacer lo mío, pero con su ayuda y creo que fue uno de los momentos más bonitos del proceso porque compartir eso fue como muy tierno, fue hasta casi terapéutico.
Hace un año me comentaba que ya trabajaba sobre varios de los temas del disco, ¿pensaba que letras como la de Tigre de Bengala y su mensaje caerían tan bien en un contexto como éste?
Claramente no, ahí se ve que las canciones las hace el público, lo primero, y el contexto. Si llega en el momento en el que la gente le da una simbología que necesita o le apetece escuchar... pasó un poco con “Lodo”, del disco anterior, que también cobró una relevancia especial con la idea de salir de las sombras. Creo que la clave está en hacer lo que uno siente y sacarlas como las entiende y que sea el mundo de alrededor el que decida que pasa con esas canciones.
¿Como afecta la pandemia a la salida y promoción del disco?
Por suerte, como bien dices, es sacar y promocionar, en la composición no influyó en nada. Y menos mal, porque prefiero pensar que es un disco intacto de virus, un trabajo de prepandemia. Sí que influyó en la grabación, porque la tuvimos que parar, fue un poco frustrante. La promoción no cambia tanto, pero no poder tocar estos meses también es frustrante. La otra opción era no sacarlo, pero creo que, artísticamente, era muy importante que saliera.
El confinamiento sirvió para retomar Deluxe.
Fue algo muy natural, casi de coña. Salió el presidente hablando de reconstrucción y mandé un pantallazo al grupo de whatsapp que tenemos de Deluxe (ríe) y fue la cosa de “había que hacer algo” y decidimos hacer esto telemático. De una coña a una realidad, y nos sentó muy bien, después hicimos unos encuentros digitales, cada uno con su cervecita (ríe), fue muy bonito.
Y hace un mes compartió escenario con la OSG.
Eso fue un regalo del cielo. Y con el cielo me refiero a de donde salen los rayos. Eso fue un rayo que cayó y que cayó en el sitio adecuado y, de repente, estábamos tocando con una orquesta de 40 músicos detrás y fue algo espectacular. Como el propio Ying-Yang, toda parte negra tiene un punto blanco. Ese fue el punto de luz en este año fatídico. Lo disfrutamos y fue un momento para ver las canciones revestidas con un vestido que siempre pensé que le quedaría bien.
