La instalación de ascensores provoca los primeros conflictos entre vecinos y comerciantes

La instalación de ascensores provoca los primeros conflictos entre vecinos y comerciantes
Una de las zonas con más pisos sin ascensores es el casco antiguo | pedro puig

La instalación de ascensores en edificios sin ese tipo de soluciones de movilidad siempre ha sido una constante en A Coruña dado que en algunos momentos el Ayuntamiento concedía ayudas para colocarlos y a los residentes les interesaba. Pero la implantación de una nueva norma, que obliga a los vecinos a adaptar los inmuebles en un período de tiempo limitado, ha disparado los proyectos de obra y ha generado muchos conflictos con los comerciantes instalados en los bajos. En gran parte de las actuaciones buscar hueco al elevador pasa por restar espacio del bajo comercial y eso pasa factura a la convivencia en las comunidades.

En la Ciudad Vieja un local ya echó el cierre porque la colocación de un ascensor iba a dejar el negocio con un espacio muy limitado. En otros edificios los propietarios de las viviendas negocian desde hace meses con los empresarios que tienen los locales a pie de calle alquilados. La problemática, algo oculta pero muy extendida, no solo se da en el casco antiguo, tal y como revelan los profesionales.

La vicepresidenta del Colegio de Administradores de Fincas de Galicia, Carmela Lavandeira, reconoce que en todos los barrios del municipio y, sobre todo, en el centro “se están dando problemas por ese motivo” y algunas negociaciones se están enquistando en el tiempo. En general, al final los que salen más perjudicados son los comerciantes.
Esto ocurre porque en A Coruña todavía hay muchos inmuebles por adaptarse. “Existe un número importante, muchos anteriores a los años 60 y 70 con graves problemas de accesibilidad”, reconoce el presidente de la delegación coruñesa del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG), Roberto Costas.

Falta de presupuesto
“Se están tratando de poner en muchos sitios porque los edificios tenían que estar adaptados antes de finales de diciembre”, cuenta Lavandeira, que asegura que en contra de lo que pueda parecer todavía “faltan muchos” pisos por tener ascensor en la mayoría de los barrios e, incluso, en la plaza de María Pita.
Algunos locales comerciales se encuentran sin inquilino y comenzar un proyecto es más sencillo, pero al margen de que haya o no establecimientos en la parte baja del edificio, Lavandeira señala también otras cuestiones que dificultan la adecuación tales como “la forma o la ubicación” de un bloque o que no haya “dinero para hacerla”.
Aunque es cierto que en muchos casos las administraciones aportan subvenciones para este tipo de trabajos, la representante de los administradores recuerda que el ingreso llega después de las obras y antes hay que adelantar el efectivo para el contrato pero a pesar de todo se sigue “intentando” cumplir la legislación. De hecho Costas reconoce que en los últimos meses sí se ha notado un pequeño repunte de los visados para instalar elevadores “en A Coruña y Vigo”.

La instalación de ascensores provoca los primeros conflictos entre vecinos y comerciantes

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