Casi sin llamas, pero con la tierra aún humeando en numerosos puntos amaneció ayer Riveira, cuyos ciudadanos vivieron entre la última hora de la tarde del martes y las primeras horas del miércoles algunas de los momentos más dramáticos que recuerdan. Un incendio forestal que tuvo su origen en torno a las ocho y media de la tarde del martes en media decena de focos simultáneos en el lugar de A Carballa, en Palmeira, mantuvo en vilo durante la mayor parte de la madrugada a los vecinos, a los cuerpos de seguridad y a los diferentes equipos de emergencias.
La peligrosidad del incendio, por el riesgo que suponía su acercamiento a viviendas y al Hospital do Barbanza -lograron detenerlo a medio kilómetro-, pero en especial para las naves del polígono industrial de Xarás, que obligó a que la Policía Nacional desalojase a unos 650 trabajadores de la conservera Frinsa y del resto del parque empresarial, provocó que la Xunta decretase a las nueve menos cuarto de la noche del martes el Nivel 1 y que se mantuvo activado hasta poco antes de las seis de la tarde de ayer. La Consellería de Medio Rural indicó que el incendio se encuentra estabilizado y sin llamas, pero no lo da completamente por rematado, pues se teme que el viento puede provocar que se reaviven las llamas debido a la alta temperatura acumulada en el suelo y a posibles rescoldos que puedan quedar, como ya sucedió ayer en varios momentos puntuales.
La superficie estimada que se vio afectada por el fuego es de unas 175 hectáreas de las parroquias de Palmeira. Riveira, Oleiros y Artes, según indicaron desde el Ejecutivo autonómico. Las primeras horas de la noche fueron las de mayor dramatismo y confusión. El cierre al tráfico de la Autovía do Barbanza nada más detectarse el incendio en A Carballa, debido a la densa y negra humareda que cruzaba esa infraestructura viaria, hizo que se desviara la circulación por la carretera comarcal, que llegó a colapsarse por momentos. El desalojo del polígono de Xarás agravó aún más la situación, además de que fueron muchos los curiosos los que acudieron hasta el lugar para enterarse y ver de cerca lo que pasaba. Los Bomberos de los parques comarcales de Riveira, Boiro y Ordes, junto con integrantes del GES de Padrón dedicaron sus esfuerzos a proteger distintas zonas del polígono industrial. Media docena de voluntarios de Protección Civil riveirense centraron su intervención e controlar la parque inferior de esa zona.
EXPLOSIONES
Los Bomberos lo hicieron en entorno de la Frinsa, donde se vaciaron para que el fuego no alcanzase sus naves, aunque quedó muy cerca, así como en los depósitos de gas ciudad y de gasóleo de calefacción y del matadero municipal. En torno a la medianoche, el fuego entró en la parcela del Desguaces Barbanza, calcinando medio centenar de vehículos y se escucharon varias explosiones, que fueron fruto de la acumulación de vapores en los depósitos de combustible. Ante el peligro que ello suponía, una policía nacional se esforzaba sin éxito en mandar salir a la gente que insistía en ver ese “espectáculo” de cerca, hasta que llegaron refuerzos de la comisaría para alejar a todos cuantos estaban por allí.
Los Bomberos lograron controlarlo y evitar que se extendiera a otras empresas, pero su labor prosiguió hasta las cinco y media de la madrugada para proteger otros espacios ya indicados. Una hora después tuvieron que regresar ante el aviso de una reproducción del incendio cerca del polígono, pero la sofocaron con rapidez. Además, en las labores de control y extinción del fuego llegaron a participar también un técnico, 21 agentes forestales, 26 brigadas, 19 motobombas, cuatro palas, seis helicópteros y dos hidroaviones.
Otro de los momentos más preocupantes tuvo lugar en torno a la una y media de la madrugada cuando el fuego que estaba en lo alto del monte de San Alberto descendió a una velocidad de vértigo, posiblemente desplazado por la virulencia con la que soplaba el viento, hasta el arcén de la carretera comarcal AC-550 (Cee-Riveira), y acechó al centro comercial Bricoking. Además, el fuego saltó de un lado al otro de dicha carretera, pero pudo ser parado a tiempo antes de que alcanzase una viviendas de un núcleo de la parroquia de Artes, cuyos vecinos pasaron la noche en vela pendientes de que no les llegase la más mínima charamusca. El citado vial fue cortado al tráfico a partir de ese momento y hasta última hora de la mañana de ayer, pues había una densa humareda en la zona de Salmón, y porque ahí centraron buena parte de su labor de extinción y riego los medios aéreos movilizados. Estos últimos también siguieron mojando otras zonas del entorno del polígono industrial de Xarás, de A Carballa, monte de San Alberto y hacia el hospital comarcal.
A partir de ahí, y salvo pequeñas reproducciones, la noche se llevó con relativa calma, pues los medios de extinción por tierra lograron controlar la cabeza del incendio, principalmente con varios cortafuegos, aunque los problemas se registraban por los flancos. Además, un particular alertó al 112 sobre un foco en las inmediaciones de la perrera municipal de Riveira, por lo que se desplazaron dos dotaciones de Bomberos al lugar, pero allí no había nada, aunque pudo deberse a un reflejo o falsa impresión de proximidad del incendio principal.
Además de a los pies del polígono de Xarás, fueron muchos los curiosos que recorrieron las pistas que atraviesan por las zonas afectadas por el incendio, aunque en algunas de ellas había agentes de los cuerpos de seguridad que impedían el paso debido a que ello suponía un grave riesgo.