El tren de O Porriño iba a 118 kilómetros por hora en un tramo limitado a solo 30

La caja negra del tren “Celta” que descarriló el pasado viernes cerca de la estación de O Porriño (Pontevedra) desveló que el convoy circulaba con exceso de velocidad en el momento del accidente. En concreto, registró una velocidad de 118 kilómetros por hora, cuando el tramo, debido a las obras, está limitado a 30.
El exceso de velocidad fue confirmado por uno de los peritos judiciales designados por la Xunta, Juan Carlos Carballeira, que asistió al volcado de datos de la caja, realizado en el Juzgado de instrucción número 2 de O Porriño. En ese acto estuvieron presentes también representantes de Renfe, Adif y Comboios de Portugal.
Si bien estos trenes circulan habitualmente a unos 120 kilómetros por hora a su paso por esta localidad, el pasado viernes se estaban realizando unos trabajos de mantenimiento en la vía principal que obligaron al tren a desviarse a una secundaria, donde debería haber reducido la velocidad hasta los 30 kilómetros por hora.
A su salida del juzgado, Carballeira afirmó que ya se ha volcado y analizado el contenido de la caja negra instalada por Renfe en el tren y, aunque no quiso desvelar detalles de los registros, confirmó que se trata de información “relevante” y que el tren iba con exceso de velocidad.
También indicó que por el momento los restos del tren permanecerán en la estación, a donde él mismo, junto al otro perito –el ingeniero industrial José Manuel Lamela–, se desplazaron para estudiar los vagones.
Mientras, fuentes judiciales informaron de que, tras algún problema con la documentación, ya se ha podido confirmar la identidad del maquinista portugués fallecido y en próximas horas se entregará el cuerpo a su familia.
Según la investigación, el maquinista confirmó la recepción de dos avisos para reducir la velocidad en el tramo donde se produjo el accidente, según se desprende de los datos de las cajas negras.
Fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) informaron de que, según los registros, el maquinista del convoy, que cubría la línea Vigo-Oporto y que falleció en el accidente, recibió dos avisos L1, que significan “necesidad de moderar la velocidad”. Asimismo, en las cajas quedó plasmado que el conductor del tren confirmó la recepción de esos avisos pulsando un botón, que es el procedimiento habitual. Sin embargo, por razones que se desconocen, el tren no aminoró su marcha y, tal y como quedó registrado, en el momento del descarrilamiento circulaba a 118 kilómetros por hora, una velocidad muy por encima de los 30 a los que tendría que pasar.

El tren de O Porriño iba a 118 kilómetros por hora en un tramo limitado a solo 30

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