Los okupas rechazan abrir la puerta a los policías locales que acudieron a notificar el proceso de desalojo

Los okupas rechazan abrir la puerta a los policías locales que acudieron a notificar 
el proceso de desalojo
Los agentes municipales llamaron varias veces a la puerta del, por ahora, Centro Social Okupado (CSO) A Insumisa

Los okupas de la Comandancia de Obras no están dispuestos a ponerle las cosas fáciles al Gobierno local, el mismo que aseguraba ayer que todavía mantenía “los brazos abiertos” para recibirles en el proceso participativo que convertirá el Centro Social Okupado (CSO) A Insumisa en el proyecto municipal Naves de Metrosideiro. Ayer, varios agentes municipales llamaron a su puerta para entregarles la notificación del procedimiento de recuperación posesoria de la antigua instalación militar. Nadie les abrió. Como había dicho el día anterior el concejal de Regeneración Urbana, Xiao Varela, “está nas súas mans marcar o prazo” y parece que están dispuestos a agotarlo.


En un comunicado publicado ayer en las redes sociales bajo el encabezado “O Goberno da Marea esixe sumisión e fainos perder o tempo”, los okupas rechazaban la postura del Ayuntamiento, cuyo portavoz, Varela, aseguraba que estaban “obrigados” por la ley de patrimonio de las administraciones públicas a expulsar a los okupas que llevan desde noviembre de 2016 ofreciendo actividades culturales gratuitas en las abandonas instalaciones militares. Y eso, a pesar de que la concejala de Seguridad Ciudadana, Rocío Fraga, había reconocido el mismo día la labor de los okupas, que habían conseguido visualizar el abandono de las instalaciones y desbloquear así el proceso de cambio de titularidad y de licitación de las obras de reforma: “En principio, por ser un ben de dominio público, o Concello ten potestade para sacar adiante o proceso administrativo
En su comunicado, los okupas señalaron al Gobierno de la Marea Atlántica: “Tendes unha lei a man para facer o que queredes, e sentídesvos obrigados moi a gusto”. Aseguran que el Ayuntamiento dispone de “marxe xurídica e política”, mientras que Varela sostiene que la responsabilidad “xurídica, mediática e social cae de caixón que é do Concello”.

Legitimidad
Era previsible este comportamiento por los antisistema porque, como el edil de Regeneración Urbana (y antiguo okupa) dijo, “dalgunha maneira, non recoñecen a leximidade que a Administración ten para levar a diante este procedemento”. En referencia al que se aprobó el lunes en junta de gobierno: la incoación del expediente de recuperación posesoria de la antigua instalación militar. Los okupas calificaron el comunicado oficial del Ayuntamiento de “aséptico, legalista, paternalista” y reprocharon que no incluyera “os detalles duros, a ameaza de multas e desaloxo pola forza” que el edil de Regeneración Urbana insinuó cuando declaró que “o Concello ten non só a potestade, senon o deber de facelo. Esperamos non ter que chegar a situacións graves”.
Como señaló también Varela, se debe notificar de forma oficial la medida adoptada por el Ayunamiento a los usuarios de la CSO A Insumisa. Dependiendo de cómo sea de fácil notificarlo o no, los plazos serán unos u otros, y a partir de ahí serán diez días. “Todo isto podería ser moi rápido se abandonaran o espazo”, había comentado el edil.

No a la fuerza
El Ayuntamiento siempre se ha posicionado contra un desalojo violento. El lunes de la semana pasada, la concejala con responsabilidades en Seguridad Ciudadana, Rocío Fraga, lo descartaba: “Non vamos a preparar ningún tipo de desaloxo que teña que ver coa forza”.
De todos modos, el Gobierno local tiene meses de plazo y el proceso parece ir para largo.

Los okupas rechazan abrir la puerta a los policías locales que acudieron a notificar el proceso de desalojo

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