Reportaje | Los días en los que se empezaron a gestar las Cortes Constituyentes de Cádiz

Reportaje | Los días en los que se empezaron 
a gestar las Cortes Constituyentes de Cádiz
Juramento de las Cortes de Cádiz el 24 de octubre de 1810, en la Iglesia Mayor de la Real Isla de León | aec

Las Cortes de Cádiz nacen a consecuencia del enfrentamiento militar de España contra la invasión de los ejércitos imperiales de Napoleón y tendrá su primera fase en la constitución de las Juntas Provinciales. El día 2 de mayo de 1808 fue el momento en el que se inició todo el proceso de restituir a la nación, lo que los franceses pretendían usurpar.
Este complejo proceso se vive en las provincias de forma desigual. Al levantamiento se oponen las reales audiencias, ya que trataban de contener el alzamiento popular contra los franceses. En otras provincias, donde existían organizaciones históricas, se concedió permiso para que se pudiesen organizar las Juntas Provinciales de Defensa y en donde estas no existen, se crean dichas Juntas, pero sin sujeción a ninguna norma.
En medio de toda esta amalgama acontece el 26 de mayo que la multitud se apodera de unas 100.000 armas que estaban almacenadas en los depósitos de Oviedo, creándose entonces la primera Junta Provincial. Ese mismo día se levanta en armas Sevilla, dando lugar al nacimiento de aquella Junta, presidida por el antiguo ministro Francisco Saavedra.

El turno de Galicia
El 30 del mismo mes será el turno de Galicia, mientras que el pueblo continúa apoderándose de las armas de los depósitos militares. La peor parte de esta sublevación, con la constitución de las Juntas, se la llevará Cádiz, en cuya ciudad hay una fuerte oposición por parte del Capitán General Solano, a que el pueblo se arme, lo que le costará la vida. No será el único, ya que los motines se repetirán en diversas ciudades españolas. A partir de ese instante los levantamientos populares corren como la pólvora en toda la Península.
No resultará fácil la constitución de una Junta Central y menos las deliberaciones a la hora de dar cuenta del sentido de sus reuniones, planteando el general Cuesta la entrega del poder político al Consejo de Castilla. Mientras, Cuesta, Francisco Javier Castaños y el duque del Infantado se ponían al frente del poder militar. Lógicamente, ante esta postura, que pronto es desechada, se plantean dos opciones: la propuesta de Gaspar Melchor de Jovellanos, quien es partidario de nombrar una Junta de Regencia, y la de la mayoría, que propone que se establezca una Junta Central del Reino, en la cual descansarán los plenos poderes de la nación.
Esta última será la que triunfe y el 25 de septiembre de 1808 queda constituida la Junta Suprema Central, la cual estará regida por 35 miembros y presidida bajo la tutela del conde de Floridablanca. La Junta le dará el título de “Majestad”, dando a entender que representaba a la soberanía de la nación española como regencia de Fernando VII, en el exilio de Francia.
La Junta crea cinco departamentos, que vienen a ser una especie de ministerios, dividiendo el organigrama en: Estado, Gracia y Justicia, Guerra, Marina y Hacienda. Al frente se hallarán, Antonio Cevallos, Hermida Coronel, Antonio de Escaño y Francisco Arias de Saavedra.
También se forma una Junta Militar para dedicarla a la defensa nacional, formada por cuatro ejércitos, el de la derecha, Cataluña, al frente del cual se sitúa el general Vives; el del centro, al mando de Castaños; la Izquierda, que divide el mando entre Navarra y Blake; y la reserva, situada en Aragón, al mando del general Palafox.

Rápido avance
El rápido avance de las tropas de Napoleón en la Península hará que la Junta Central pase a Sevilla el 1 de diciembre de 1808. Pocas fechas más tarde muere el conde de Floridablanca y le sustituye en el cargo el marqués de Astorga.
Después del desastre de Ocaña, la Junta Central interrumpe sus trabajos en Sevilla y se traslada a Cádiz. A finales de enero de 1810 se encuentran reunidos en la Isla de León (hoy San Fernando.
La invasión de Andalucía hará que se disuelva la Junta Suprema Central y en su lugar se cree un Consejo de Regencia, formado por cuatro de las influyentes personalidades del momento y con tintes conservadores, como era el obispo de Ourense, Francisco Arias de Saavedra, Francisco Javier Castaños, Esteban Fernández de León y Escaño.
La regencia delega la cuestión financiera en la Junta de Cádiz para dedicarse solamente a los temas militares, eludiendo en ese momento todas las cuestiones relacionadas con la convocatoria de las Cortes, que había sido en principio propuesta para el 1 de mayo de 1810, así como los mandatos que había heredado de la Junta Central en dicho sentido. l

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