El Puerto admite que el plan de austeridad estatal condicionará el enlace por tren al muelle exterior

El Puerto admite que el plan de austeridad estatal condicionará el enlace por tren al muelle exterior

La Autoridad Portuaria tiene asimilado el retraso que lleva acumulado el ferrocarril para el Puerto Exterior. El presidente de la entidad siempre se mostró crítico con los plazos que había marcado el anterior presidente de Puertos del Estado, Fernando González Laxe, que situaban la conexión por tren para 2014, pero ayer Enrique Losada fue más allá y cree que hasta finales de 2015 o “más bien 2016” no estará construido ese enlace, y eso “en el mejor de los casos y habiendo posibilidades presupuestarias suficientes para hacerlo”.

El problema es que en este momento no se dan estas condiciones económicas. El propio presidente destacaba ante los medios que existe un plan de austeridad del Gobierno central –que entiende como necesario, “habida cuenta de la situación en la que se ha dejado el país”– y cree que se debe compaginar con la “necesidad de contar con una conectividad buena, tanto viaria como ferroviaria” en Langosteira. De hecho, Losada se compromete a “empujar lo más posible para conseguir cuanto antes las conexiones”, aunque entiende que se está en un momento “muy complejo en el que priman las medidas de austeridad”.

Losada recuerda, en cambio, que el enlace viario está solucionado gracias a la carretera de servicio que lleva al polígono de Sabón. “Van a dar cobertura a las operaciones que se van a desarrollar en Langosteira, en tanto en cuanto no se efectúen los traslados definitivos”, afirma en referencia a la llegada de los primeros barcos este año.

En cambio, el atraso del ferrocarril sí afectará a otros negocios importantes para el Puerto como el carbón o el cereal. “Son tráficos que no se pueden trasladar sin ferrocarril porque lo haría inviable económicamente”, explicó Losada. Por tanto, parece que el momento en que el muelle exterior alcance su máxima operatividad está aún lejos.

 

Repsol > La de estos graneles sólidos no es la única mudanza que se demora. En el caso de Repsol, pese al compromiso de la ministra de Fomento de que negociaría directamente con la compañía, todavía no hay ningún avance. Enrique Losada afirma que se continúa negociando para llegar a firmar un acuerdo que sirva de “soporte” para un proceso que se podría alargar tres años. “Estamos próximos, pero aún no está cerrado”, puntualiza el responsable, que alude también a los problemas actuales con YPF.

Los obstáculos principales siguen siendo “el precio y el plazo”, aunque Enrique Losada asegura que la cifra de 240 millones que la compañía exigía al Puerto en concepto de intereses por abandonar antes de 2027 el muelle de San Diego, ya no está encima de la mesa. “Esas cantidades por supuesto que no las barajamos, en este momento ni nosotros ni Repsol, obviamente”, apostilla.

La empresa no quiere una cantidad en metálico sino condiciones ventajosas en la nueva concesión de Langosteira, en donde habrá una segunda terminal de hidrocarburos aún sin dueño. “Seguimos en negociaciones y no van por mal camino”, apostilló sobre la búsqueda de clientes.

 

El Puerto admite que el plan de austeridad estatal condicionará el enlace por tren al muelle exterior

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