Héctor Cañete | “Hay gente más beneficiada y más perjudicada por el ‘chinchetazo’ pero la implantación ha sido modélica”

Héctor Cañete | “Hay gente más beneficiada y más perjudicada por el ‘chinchetazo’ pero la implantación ha sido modélica”
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Héctor Cañete suma y sigue. El presidente de la Asociación de Hostelería de A Coruña tiene varios frentes en los que luchar nada más ser reelegido para el cargo esta semana.

¿En qué situación está la hostelería coruñesa en este momento? ¿Se ha empezado a notar una recuperación en el consumo?
La verdad es que los brotes verdes van por barrios. Llevan anunciándolos mucho tiempo pero no se terminan de concretar en nada. La cosa no termina de florecer aunque parece que no hay tanto miedo en la calle y que ha aumentado un poquito el gasto. Ha pasado ese temor tan grande que teníamos pero para que eso se transmita al comercio y a la hostelería en el día a día queda mucho. Ha mejorado ligeramente y las cifras son un poquito mejores que en años anteriores, como tendencia generalizada que indica todo el mundo, pero es verdad que no se vuelve a los niveles precrisis y que la situación está complicada en muchos locales.

¿Podrán regresar a esos niveles de consumo de antes de que llegase la recesión? 
Es complicado, tarda mucho en que vuelva esa alegría. Creo que el susto que nos hemos llevado ha llegado para quedarse. Todos nos hemos vuelto mucho más conservadores, controlamos mucho más el dinero y los gastos y esa alegría que había no la hay... Para empezar porque no la hay en la Administración y si el dinero público no fluye, el resto menos.

Ahora que hemos superado el cambio de año y hay un poco de perspectiva. ¿Han detectado muchos cierres y aperturas en el sector en estos meses? 
Esto es cíclico. Enero es un mes flojo en la hostelería y febrero es duro, muy duro, y la gente lo está pasando bastante mal. Se queja y, además, ha venido una meteorología muy dura. Desde mediados de diciembre ha sido especialmente severa y esto nos repercute mucho. Si fuese algo más suave como en años anteriores las terrazas lo agradecerían. Lo comentaba con algunos compañeros: hay quien está pensando en poner las terrazas solo medio año, y pagar ese medio año, porque el invierno está siendo muy duro y no hay gente en ellas.

¿Se ha resentido el empleo? 
Son meses flojos también para esto. Nosotros lo comprobamos por el número de nóminas que emitimos en la asociación porque llevamos la contabilidad de algunos negocios. Estamos hablando de que en verano se pagan aproximadamente un 50% más de nóminas que en invierno. La Semana Santa es el punto de partida de la contratación y el despegue si el tiempo acompaña.

¿Llegarán a esa subida de afluencia turística con todas las terrazas legalizadas? 
Las licencias se están entregando y las que hay están en orden. Ahora mismo creo que está todo el mundo en regla.

Esta temporada alta será la segunda después de la medida del “chinchetazo”. ¿Están satisfechos con esa norma? ¿Supuso grandes pérdidas para la hostelería? 
Es una norma que era necesaria. Partió hace años con el anterior Gobierno municipal de Carlos Negreira y el PP. Fue entonces cuando se negoció esa ordenanza con nuestro beneplácito y ahora por fin se ha implantado. Hay una gente más beneficiada y otra más perjudicada pero cuando todo el mundo tiene una misma norma a la que atenerse es bueno para todos. Todo el mundo lo ha entendido así y creo que ha sido una implantación modélica por parte de la hostelería. Todo el mundo ha entendido que era un bien necesario porque los ciudadanos tenían que tener ese derecho de paso, porque había gente que abusaba. La hostelería se ha comportado, lo que demuestra que quería esa norma, aunque a muchos les haya perjudicado porque han tenido menos espacio de terraza. 

¿Es necesario extender la limitación al resto de la ciudad? 
Lo último que hablamos con el Ayuntamiento es que se iba a implantar en el resto que es como tiene que ser. Una vez que se ha hecho lo difícil, que es regular la zona centro que está más masificada y saturada, lo demás es muy sencillo. Solo hay que seguir la misma norma.

Una de las quejas de los últimos meses ha estado vinculada al horario de la recogida de basuras. ¿Han negociado alguna solución con el Gobierno local? 
Nos reunimos con la concejala de Medio Ambiente, María García, y los técnicos. Un lunes la concejala vino a comer a nuestra escuela con la junta directiva y estuvimos analizando los problemas que había. La propuesta que nos hizo, con la que hubo un principio de acuerdo, es que en toda la zona centro desde la calle de Troncoso hasta la calle de la Estrella se hará una recogida selectiva puerta a puerta. 

En La Marina comentaban que sería solo para el vidrio... 
Será de basura orgánica, inorgánica, vidrio y cartón. Tenemos la promesa de que van a poner en los pliegos lo de ir puerta a puerta con un camión pequeño en un horario pactado. Estamos valorando el tipo de contenedor para los negocios, ya lo tenemos mirado, pero depende de una reunión con la Consellería de Sanidade.

Entonces, ¿podrán sacar la basura una vez cierren los locales y no durante el servicio de cenas? 
La hora se pactará. Se recogería de noche dejando los contenedores fuera, en la puerta. La idea final consistía en tener unos cubos con llave e identificados con el nombre del local, un logo o un código para los residuos orgánicos: lo sacarías y el camión lo recogería todo abriéndolos de forma automática porque serían magnéticos. Así no tendríamos problemas para sacar la basura porque en cada local la sacarían cuando cierren y se vayan. 

¿Sería suficiente esa recogida con un camión pequeño para abarcar toda la producción de residuos? 
En el verano habría un refuerzo a las cinco de la tarde. En invierno el Ayuntamiento nos lo ofrece pero desde el sector creemos que no es necesario más que en Semana Santa y en el verano. Vamos a colaborar al máximo para ayudar al reciclaje, teniendo cuatro cubos para separar.

Hablaban de que tendrían ventajas los que más reciclasen. ¿Tienen conocimiento? ¿Los asociados se volcarán con la medida?
No se llegó a concretar esa medida. Entendemos que la hostelería sí tiene que reciclar porque somos grandes productores.

De hecho, lanzaron una campaña para reducir el volumen de comida que se tira. ¿Cómo está funcionando el proyecto? 
La gente está muy contenta con el tema de los tupper de la campaña “Love food, not waste” que aquí coloquialmente llamamos “Lévate a vergoña”, tanto los clientes como los hosteleros. No tiene lógica alguna que tengas un producto de primera calidad y que vaya a la basura cuando te sobra la comida. Al decírselo a los clientes terminan venciendo esa reticencia para llevarse las sobras porque los hosteleros están insistiendo mucho. La campaña está tendiendo muy buena acogida, está cogiendo fuerza, y yo siempre soy prescriptor porque una vez que se consigue romper ese miedo inicial la gente lo lleva, y si hay demanda los locales se adaptarán. A la concejala de Medio Ambiente le dijimos que tenemos que continuar en esa línea porque es fundamental reducir los residuos y no tirar la comida. 

¿Padecen los problemas de los horarios de la carga y descarga? 
Es una situación complicada porque el tiempo de paso es poco en La Marina y ahí el Ayuntamiento sí debería ser lo más permisivo posible. Le pedimos que les facilite la labor a los repartidores.

¿Continúan notando una competencia desleal por parte de las panaderías con cafetería? 
Al final se ha conseguido que la gran mayoría de las panaderías saquen sus licencias de hostelería. Se han adaptado, sobre todo las grandes cadenas, se han convertido en cafeterías y ante eso les damos la bienvenida al sector. A aquellos que no se regularicen y cumplan las normas les seguiremos insistiendo. l

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