“Una vida salvada merece ser vivida”

“Una vida salvada merece ser vivida”
El Ideal Gallego-2019-10-26-013-03f1ebca

“Con daño cerebral adquirido se vive mal, pero se vive. Yo por lo menos lo puedo contar”. Este es uno de los mensajes que Ledicia Bao, de 42 años y con esta lesión desde su nacimiento a causa de una meningitis, quiere dejar claro en el día mundial de esta enfermedad. “Lo que queremos es que se normalice, porque muchas veces voy por la calle y un niño se me queda mirando y los padres no le dicen nada. Soy una persona normal que tuvo mala suerte y ya está. Si quieren que se paren a preguntar por qué ando así, yo no tengo ningún problema, pero lo que queremos es que no nos traten como niños, somos personas adultas”, destaca esta usuaria de la asociación coruñesa Adaceco, que pide también mayor accesibilidad en los locales de ocio y restauración. “Una vida salvada merece ser vivida”, reza el lema de este año, frase que suscribe esta coruñesa.

La frustración suele estar muy presente en este tipo de situación y, aunque rendirse de vez en cuando está permitido, la fuerza de voluntad juega un papel fundamental. “La mente es muy poderosa y es normal que te dé bajón pero se puede salir con apoyo de familiares y asociaciones. Yo llevo diez años en Adaceco y noté mucha mejoría, lo que se busca es calidad de vida”, destaca Bao, que tiene dificultades para caminar y para mantener el equilibrio.

Luis García sufrió un ictus en 2017 cuando tenía 57 años justo después de ver un documental sobre la enfermedad. “Tuve fortuna porque iba acompañado y lo pillamos a tiempo. Notas la boca torcida, hablas raro, no me respondía la pierna y el brazo izquierdos porque me dio un sangrado en el lado derecho... Pero con las terapias haces cosas que creías que no podías”, destaca este usuario de Adaceco.

García aprovecha este día para reivindicar “más atención, colaboración institucional, apoyo y ayuda porque la Seguridad Social solo da unas pocas sesiones de logopedia y ya, y no todo el mundo puede pagar una terapia intensiva”, destaca.

En forma 
Teresa Patiño tuvo un accidente de tráfico hace 31 años –ahora tiene 50– y, a pesar de todo lo sufrido, asegura que “nunca hay que rendirse y hay que dar trabajo al cerebro porque si no la mente se estropea; no hay que bajar la guardia”, destaca.

Estos son solo tres de los usuarios que ayer se dieron cita en María Pita para celebrar la efeméride, una ocasión que el Ayuntamiento aprovechó para impulsar la construcción de un centro de rehabilitación con la cesión de una parcela en Eirís a Adaceco.

“Una vida salvada merece ser vivida”

Te puede interesar