Las obras de ampliación de la N-VI ya han cogido ritmo, después de las críticas llegadas desde el Ayuntamiento por la paralización de los trabajos. Tanto es así, que para continuar con su ejecución, se ha tenido que cortar a la circulación un carril entre la fábrica de piensos Biona y la urbanización Mesón da Auga.
Un vallado de plástico y los conos por la calzada advierten a los conductores de este corte en dirección Betanzos. En concreto, esta iniciativa afecta al carril lento de la vía.
De este modo, se suprime la posibilidad de efectuar adelantamientos a lo largo de kilómetro y medio, donde solo hay un carril en cada sentido de circulación.
Con estas balizas, el Ministerio de Fomento da un paso más para el desdoblamiento de la vía que va hasta Madrid. Así, se dotará esta carretera de dos carriles por sentido, separados a través de una mediana.
A mayores, se habilitarán carriles de servicio, que igualmente estarán separados de la zona de circulación por otro muro. El objetivo de estas actuaciones no es otro que aumentar la seguridad de la carretera.

Presión > Después de meses y meses denunciando que Fomento tenía paralizadas las obras, a principios de este agosto, el alcalde oleirense, Ángel García Seoane, daba la enhorabuena a todos los vecinos del municipio.
Para el regidor oleirense, solo la presión ejercida sobre el ministerio ha llevado a Fomento “acelerar as obras”. En este sentido, García Seoane se refería al tramo que une O Seixal con O Pinar, en la parroquia de Nós. Unos trabajos que comenzaron en mayo de 2010 con el derribo de varias casas (algunas de ellas, en las mismas curvas de las inmediaciones de la fábrica de piensos Biona).
Pero el alcalde, atendiendo al buen resultado de estas presiones, animó a los vecinos a utilizar los mismos mecanismos –como las protestas en los paneles informativos–, para lograr que el Gobierno central también ejecute la ampliación del puente de A Pasaxe.