Los Reyes de España se sienten agradecidos y “abrumados” por la acogida y el trato dispensados por las autoridades francesas durante los tres días que permanecieron en París, la primera del reinado de Felipe VI. El monarca quien, en el último acto del viaje, la clausura de un encuentro empresarial hispano-francés, aprovechó para mostrar su agradecimiento a los franceses, en su nombre y en el de la Reina, por “su esfuerzo, su esmero y su tratamiento” en esta visita: “Realmente nos sentimos profundamente honrados, incluso abrumados y muy, muy, agradecidos”, se despidió Felipe VI.
En su última jornada en París, el rey mantuvo en un encuentro con empresarios españoles y franceses en el que avaló el refuerzo de la cooperación comercial entre los dos países para así contribuir a “la creación de empleo, el progreso económico y al mayor bienestar”.
A primera hora de la mañana el monarca mantuvo un desayuno de trabajo con una veintena de relevantes empresarios de ambos países a los que emplazó a “incrementar la cooperación” entre sus compañías, “lanzar productos conjuntos” y “generar empleo” porque “son los mejores servicios que pueden ustedes ofrecer a España y Francia”.
Este mensaje fue reiterado después por el rey en la clausura de un foro económico hispano-francés al que asistieron unos 400 directivos de firmas de muy diversos sectores, y en el que participaron el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el titular galo de Asuntos Europeo, Harlem Desir.
Números
El jefe del Estado invitó a los empresarios a “aumentar aún más la cooperación entre las empresas de nuestros países, contribuyendo a la creación de empleo, al progreso económico y al mayor bienestar”. Todo ello sin olvidar, apostilló, que “en el mundo globalizado ya no podemos pensar ni actuar aisladamente”, razón por la cual la colaboración entre los dos países y sus empresas constituye, dijo, un “elemento esencial de nuestro progreso”.
Así, llegó a asegurar que “la buena marcha de la economía francesa constituye una prioridad para España”. De la importancia que tienen las relaciones comerciales entre los dos países dan prueba los datos que aportó el jefe del Estado español.
Francia es el primer mercado de España, con más de 28.000 compañías españolas con intereses en este país, que además es el primer destino de las exportaciones, 38.000 millones euros que suponen casi un 4% del Producto Interior Bruto (PIB).
Además, las inversiones de las firmas galas crean casi 350.000 empleos, y las españolas, más de 70.000 en Francia, además con “un empleo más especializado y estable”, según Felipe VI, porque “la internacionalización aporta a las empresas solidez, más competitividad y mayores garantías de futuro”. Habló además de aquellos ámbitos de mayor colaboración entre los dos países, como las interconexiones por ferrocarril de alta velocidad y carretera y también energéticas.
El ministro español de Economía, Luis de Guindos, presumió ante el empresariado francés de los datos que anticipan una recuperación económica y aseguró que las buenas relaciones entre España y Francia contribuyen a consolidar la mejoría de la actividad en Europa. “La economía española es capaz de mantener un ritmo de crecimiento del 3% durante los tres próximos años”, dijo De Guindos.