El papa Francisco concluye en Tel Aviv su primera peregrinación a Tierra Santa

El papa Francisco concluye en Tel Aviv su primera peregrinación a Tierra Santa
JAC02 JERUSALEM (ISRAEL), 26/05/2014.- El papa Francisco (c) celebra una misa con un grupo reducido de líderes eclesiásticos de Tierra Santa en el Cenáculo en Jerusalén, Israel, hoy, lunes 26 de mayo de 2014. El Cenáculo

El papa Francisco concluyó ayer su primera peregrinación a Tierra Santa, un periplo que estuvo marcado por sus palabras y sus gestos a favor de la paz en Oriente Medio, la conciliación entre los cristianos y el entendimiento interreligioso.
El avión despegó en torno a las 17.15 GMT del aeropuerto Ben Gurion, en Tel Aviv, a donde el pontífice llegó procedente de Jerusalén en un helicóptero militar y donde fue despedido por el presidente del país, Simón Peres, y el primer ministro, Benjamín Netanyahu.
“Rece por nosotros, nosotros rezaremos por usted”, le dijo el primer ministro israelí al despedirlo en la escalinata del avión tras una breve ceremonia oficial.
Francisco puso fin así a una peregrinación de tres días que se inició el sábado en Jordania, siguió el domingo en Belén y terminó ayer en Jerusalén con un claro mensaje a favor de la paz en Oriente Medio en base a la solución de dos estados.
También reforzó el diálogo con la Iglesia Ortodoxa, con la que estableció nuevos puentes gracias a la conmemoración del 50 aniversario del encuentro que celebraron en esta misma ciudad el papa Pablo VI y el patriarca ecuménico de Constantinopla, Atenágoras.
El papa también celebró ayer una simbólica misa con un grupo de líderes eclesiásticos de Tierra Santa en el Cenáculo, lugar en el que se sitúa la Última Cena y objeto de disputa entre el Vaticano e Israel desde hace dos décadas.
Francisco entró en el citado recinto, una casa de dos plantas situada extramuros en la que la Custodia franciscana en Tierra Santa tuvo su primera sede, hace cerca de 800 años, para celebrar el último acto de su primera peregrinación a los Santos Lugares.
“Es un gran don del Señor estar aquí reunidos, en el Cenáculo, para celebrar la Eucaristía”, dijo el Sumo Pontífice, para quien el Cenáculo recuerda el “ofrecer todo en sacrificio espiritual”. “En el Cenáculo, Jesús resucitado, enviado por el Padre, comunicó su mismo Espíritu a los Apóstoles y con esta fuerza los envió a renovar la faz de la tierra”, agregó.
El Pontífice recordó que la sala constituye la base de algunos de los mensajes más importantes de “la nueva familia, nuestra santa madre iglesia”.

Ejemplo
“El Cenáculo nos recuerda el servicio, el lavatorio de los pies, que Jesús realizó, como ejemplo para sus discípulos. Lavarse los pies los unos a los otros significa acogerse, aceptarse, amarse, servirse mutuamente. Quiere decir servir al pobre, al enfermo, al excluido”, afirmó.
Y en una señal de advertencia destacó que “recuerda también la mezquindad, la curiosidad –“¿quién es el traidor?”–, la traición. Y cualquiera de nosotros, y no sólo siempre los demás, puede encarnar estas actitudes, cuando miramos con suficiencia al hermano, lo juzgamos; cuando traicionamos a Jesús con nuestros pecados”. n

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