La exalcaldesa, Pilar Souto, tuvo que acudir ayer al juzgado de instrucción número 2 para prestar declaración sobre el cierre de la mezquita. Souto explicó durante esta vista previa los pasos que se siguieron durante su gestión y en los que la Fiscalía estudia un posible delito de prevaricación.

Todo comenzó en diciembre de 2010 cuando un vecino denunció al Ayuntamiento por los supuestos delitos de reunión ilegal, alteración del orden público y prevaricación. A raíz de esta querella, el ministerio decidió investigar si no se adoptaron “las medidas legales previstas para la reposición de la legalidad”.

A la salida de la vista, Souto prefirió no hacer declaraciones, puesto que todavía no se sabe si habrá juicio o no. Explicó que lo único que hizo fue “responder a las preguntas” del juez y aclarar “los pasos que se dieron” en el cierre del local de Alto de Arteixo.

La asociación Abou Baker comenzó a utilizar este bajo en 2001. “Entre 2003 y 2007, no se tocó nada ni hubo reclamaciones”, expone Souto, quien defiendió su gestión en este asunto, aunque reconoció que “hubo demora en algunas cosas, pero como en otros expedientes”, lamenta.

Investigación > Un pequeño incendio en 2009 fue el detonante para que los vecinos del entorno de la mezquita comenzasen a quejarse de las molestias que les ocasionaba el local. Además, por aquel entonces los residentes también preguntaron si el bajo tenía los permisos pertinentes.

A partir de ese momento, comenzó una discusión, entre otros puntos, sobre si la mezquita necesitaba licencia de actividad. Un término en el que los técnicos no parecían ponerse de acuerdo.

No obstante, y después de llevar a cabo una serie de indagaciones, Souto ordenó en febrero del año pasado el cierre del local porque el mismo no cumplía “con los requisitos de uso”, tal y como exponía por aquel entonces la exalcaldesa con un informe técnico en la mano. Además, otro de los aspectos que se ponía sobre la mesa es que el edificio en cuestión no tiene a día de hoy licencia de primera ocupación. En este momento, la comunidad musulmana anunciaba que en dos meses se trasladarían.