La hostelería avisa de que apenas logra beneficios pese a ser motor del empleo

La hostelería avisa de que apenas logra beneficios pese a ser motor del empleo
Los empresarios tienen claro que tendrán que revertir los nuevos impuestos en los consumidores quintana

Los hosteleros viven estos días enfrascados en la celebración de cenas y comidas de Navidad y se preparan para un repunte del consumo durante las fiestas pero también miran con cierto temor a 2017. La Asociación de Hostelería de A Coruña reconoce que el repunte en el consumo no se nota en los locales de la ciudad y los beneficios apenas existen para nadie. Además, este año tendrán que luchar contra una nueva traba a su atención al público: la subida impositiva a las bebidas alcohólicas –a excepción de la cerveza– y los refrescos azucarados anunciada desde el Gobierno central. Esta repercutirá en la factura final a los clientes y prevén que cada coruñés reducirá aún más su gasto para compensar.
“Llevamos años sin subir los precios y somos un sector destrozado que ya está rozando las pérdidas”, afirma el presidente de la Asociación de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete, cuando está a punto de cerrarse 2016. El dinero va justo, cuenta, porque en el ticket final de cada mesa va un tanto porcentual para “la luz, pagar a los empleados, los impuestos...” y casi no hay posibilidad de llevarse unos ahorros. Esto lo suman a la bajada de clientela derivada de las medidas de los últimos años tales como la Ley Antitabaco o el éxito del botellón.
“Nuestros gastos son terroríficos a pesar de ser las únicas empresas que crean empleo”, lamenta, criticando que al sector “no llegue ni una sola buena noticia”. De hecho, tira de estadística para recordar que en Galicia –y quizá en la ciudad– “estamos en la línea de la pérdida de un bar diario”.
Por si fueran pocos los problemas que tienen que sortear a diario además de la falta de clientela, en este 2017 se toparán con el incremento del IVA para los refrescos y el alcohol.
“La subida nos va a afectar”, afirma. No solo les hará daño por el hecho de que los fabricantes les subirán los costes de la mercancía sino porque quizá se retraiga aún más el consumo por parte de los ciudadanos.
Los hosteleros coruñeses no pueden hacerse cargo del aumento de los costes porque, en general, sus balances en positivo no existen y van a aumentar el coste “en las copas, que ya se dice que son caras, y en los refrescos”. Aunque a priori este será asumible por los particulares de forma individual, el susto vendrá a final de mes, o de año, cuando la suma de todo lo consumido supondrá un destacado gasto extra.

menos venta, más botellón
Aunque los bares y restaurante coruñeses seguirán siendo competitivos porque estarán en las mismas circunstancias, estima que a medio plazo todos “venderán menos” por culpa del IVA porque los vecinos saldrán menos o recortarán sus pedidos, como ya se ha visto en los últimos años. De hecho, no han sido pocas las ocasiones en las que la organización ha advertido de lo muertos que están los establecimientos en invierno y, sobre todo, a la hora de la cena. Incluso los turistas hace tiempo que empezaron a compartir un solo menú, lo que a la postre obliga a muchos a bajar la persiana.
Al margen de la afección a sus balances económicos, preguntado por la posibilidad de que esta medida beneficie al botellón, el presidente de los hosteleros cree que probablemente sea así.

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