“Es clave que la financiación de las ONG no sea únicamente pública”

Albert Quiles será el encargado de recoger este mediodía el galardón que les entregan en Palexco en el Congreso Estatal de Voluntariado, pero quiere dejar claro que solo es uno más del millar de personas que día a día hacen posible la actuación solidaria de “Petits Frères”.

––¿En qué se basa el trabajo de vuestra organización? ––Lo que hacemos es combatir el aislamiento social de las personas mayores haciéndoles compañía. Entendemos que la soledad –la soledad no buscada– es un mal que afecta a gran parte de la población. Por eso nuestros voluntarios se centran en acompañar a los ancianos, les ayudan a hacer todas aquellas cosas que no pueden hacer solos y de alguna manera, volverles a integrar en la sociedad que les ha dejado un poco de lado. También me gustaría destacar que no es una organización solo para gente sin recursos, aunque sí es verdad que intentamos llegar sobre todo a las personas que tienen más dificultades económicas.

––¿Cuántas personas colaboran con “Petits Frères”?

––Ahora mismo contamos con unos 1.100 voluntarios que participan en diferentes programas de las tres delegaciones que la federación tiene en Barcelona, Valencia y Madrid y que atienden a 1.300 personas. Y tenemos colaboradores de todas las edades, desde los 16 años, hasta la más veterana, Carmen, que tiene 92. También habría que destacar que aunque la mayor parte son mujeres, poco a poco, hay más hombres que se animan a ser voluntarios.

––¿Qué significa para vosotros la entrega del premio especial en este congreso?

––Pues un reconocimiento muy importante a nuestra labor y sobre todo una forma de dar visibilidad al colectivo de mayores, porque no siempre se le ha dado la importancia que merece, es decir, que a veces queda un poco relegado y no se les trata como merece. Porque no solo se debe exigir a las administraciones que cumplan con las obligaciones del estado de bienestar y dar las coberturas básicas, pero nosotros estamos hablando de las necesidades emocionales, que también son importantes. Y eso tiene que partir de los propios ciudadanos, que nos demos cuenta de lo que está pasando e intentemos poner nuestro granito de arena. Y ya digo, que premio como este pueden ayudar a que la sociedad reflexione.

––Galicia es una de las comunidades con un mayor índice de población mayor. ¿Habéis pensado en trabajar aquí?

––Sería una propuesta interesante. Nosotros lo que hacemos es trabajar a través de convenios con las áreas de servicios sociales que nos derivan los casos de personas que detectan que están aislados o tienen problemas. Por eso, si hay interés por parte de algún ayuntamiento o de un colectivo de personas que quieran empezar un proyecto en cualquier parte de Galicia, que no duden en ponerse en contacto con nosotros.

––La crisis está dificultando el trabajo de muchas entidades.

–Sí, existe cierto nerviosismo y temor por los recortes que se están llevando a cabo. En nuestro caso, empezamos desde hace años a primar un sistema de financiación de carácter privado, para, de alguna manera, poder mantener nuestra actividad. Es clave que la financiación de las ONG no sea únicamente pública. Si dependes solo de lo público y lo público se recorta, estás perdido. También tengo que decir que con la crisis no es todo negro, porque ahora hemos notado que hay más sensibilidad de la gente con respecto a la situación del colectivo de mayores. Las personas, ante la adversidad, parecen ser más conscientes de la situación de otros que lo están pasando peor. De hecho, el número de voluntarios y socios crece de forma gradual año tras año.