llevaba bombones a la catedral y cada día robaba una pieza

Manuel Fernández Castiñeiras tenía llaves de las estancias de la catedral donde se custodian las reliquias y solía llevar bombones a la basílica compostelana, dijeron fuentes próximas al caso. Este exempleado, que prestó sus servicios como autónomo durante 25 años en el templo, “andaba por aquí como por su casa, merodeaba por todos lados, con los que tenía confianza”, indicaron, pero “de que había hecho copias de las llaves nos enteramos muy tarde”, precisaron. Fernández Castiñeiras “se llevó piezas” de la seo incluso después de la sustracción del valioso manuscrito. “Fue cogiendo poquito a poco”, contaron las mismas fuentes, que desvelaron que “un exceso de confianza” no es el que provocó el robo. El documento se custodiaba en un “búnker dentro de una habitación pequeña, cerrada, toda de piedra”, precisaron. “No era posible que entrase nadie, porque solo tres personas tenían acceso, lo que no se sabía era que el ladrón había hecho copias de las llaves”, dijeron.

llevaba bombones a la catedral y cada día robaba una pieza

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