Trescientas personas vuelven a clamar en la calle “Nunca Máis a las mareas negras”

El pájaro cubierto de fuel que sobrevoló las manifestaciones de la plataforma Nunca Máis durante estos diez años de movilizaciones reapareció ayer frente al edificio en el que se celebra el juicio por la catástrofe del “Prestige” como símbolo de la lucha por una justicia que la organización asegura que espera desde hace tiempo.

La plataforma se concentra ante la sede de la vista
del “Prestige”
para reclamar un “juicio ejemplar”

Alrededor de trescientas personas que no cesaron de repetir “nunca máis” durante una concentración de algo más de hora y media, reclamaron un “juicio ejemplar” en el que lamentan que no estén también imputados altos cargos del Gobierno de José María Aznar como responsables políticos de la tragedia.

“Este juicio tenía que haber sido ejemplar. Tenía que haberse celebrado hace años. Tenía que estar a la altura de lo que significó el movimiento de solidaridad y de conciencia no solo en Galicia sino en toda España y en el mundo”, aseguraba el escritor Manuel Rivas, participante en un acto con marcada presencia sindical y política.

Según el escritor, “los banquillos vacíos” generan “inseguridad” –agravada por la tardanza de una década en la celebración del juicio– en una sociedad que estuvo por delante del “Estado”.

“Fue una respuesta sin precedentes con miles de voluntarios que hicieron posible la recuperación ecológica de las rías”, lo que impidió que el desastre del “Prestige” pueda ser entendido como una “derrota”.

desprotección

El coruñés Xurxo Souto, portavoz de la plataforma, fue el encargado de leer el manifiesto con el que concluyó la protesta.

Entre constantes réplicas –“nunca máis”– a sus afirmaciones, el músico exigió a las autoridades “soluciones que aborden la desprotección del litoral gallego”, para apuntar a continuación que “la fuente de trabajo de miles de gallegos” sigue en peligro por el volumen de mercancías peligrosas que transitan por las aguas de la comunidad.

Tras preguntarse si otro “Prestige” es posible y si las autoridades estarían preparadas para afrontar otra catástrofe, aseguró que los avances son insuficientes.

A pesar de las mejoras en seguridad marítima “gracias a la presión social”, garantizó que falta mucho por hacer, como la falta de control por satélite, puertos refugio, un centro de contaminación marítima o un control de seguimiento de los espacios afectados.

Su intervención concluyó con la reclamación de determinación de responsabilidades. “No a la impunidad”. “Mareas negras, nunca máis”, un grito que se coreó como punto final a la concentración. n