Luis María Uriarte Valiente recibe hoy la Nécora de Oro 2016 concedida por la Fundación Galega contra o Narcotráfico (FGCN). Desde 2010 concentra en la Fiscalía Antidroga de Pontevedra sus 18 años de experiencia y ha defendido los intereses de la ciudadanía en macro causas como la abierta contra Vázquez Roma o el alijo del “Riptide”, pero también ha coordinado junto a las fuerzas policiales operaciones que han permitido desarticular importantes organizaciones criminales como el grupo de “Alimoche”, que introducía coca a través del puerto de Marín. Además es destacada su labor divulgativa y llama la atención su pasado en la lucha contra el cibercrimen, así como su estricto sentido de la justicia y la defensa de los derechos fundamentales: “Siempre es preferible un delincuente en la calle que un inocente en prisión”, declara cuando se le pregunta si España es demasiado garantista en cuanto a las escuchas telefónicas, cuya desestimación como prueba es frecuente y tira por la borda meses de trabajo. Sin embargo, ayer, antes de recoger ese galardón que recibirá junto a otros en una gala en Vilagarcía, insistía: “El mérito no es mío”.
Ha recogido anteriores galardones de la Policía y la Guardia Civil, ¿cómo recibe este nuevo reconocimiento que viene de la FGCN?
Por un lado muy ilusionado y honrado porque tengo en alta estima a la Fundación, sobre todo porque luchar contra el narcotráfico es complicado y más de manera desinteresada, como lo hacen ellos. Pero reconocen un mérito que no es mío. A mí se me ve, pero hay mucha gente detrás. Es mérito de la Fiscalía, que antes de mí y después, siempre tiene el mismo empeño; de los tres fiscales de la sección que dirijo; de los 50 que hay en Pontevedra y en Vigo, que gracias a que realizan otras labores yo puedo dedicarme a esta lucha; o a los 39 antidroga que somos en España, porque es un trabajo de todos. Y si yo recibo el reconocimiento es también por la Policía Nacional, Guardia Civil y Vigilancia Aduanera, porque son los que hacen el verdadero y magnífico trabajo de luchar contra el narcotráfico y luego yo lo defiendo en juicio.
Cuenta con 18 años de experiencia en diferentes áreas, como la criminalidad informática, y con una larga lista de publicaciones también de variada temática. ¿Cómo desemboca su trayectoria profesional en la lucha contra la droga?
Tampoco sabría decirlo. Antes era responsable en cibercrimen, una materia que me apasionaba, y quizás fue el paso previo porque las investigaciones de ese tipo y las de narcotráfico son más complejas. Quizá eso genera en mí un reto mayor que otras formas de delito, que no dejan de ser importantes.
¿En sus años como responsable de esta área ha notado algún cambio en el comportamiento de los narcos?
No hay cambios significativos, salvo en una lógica adaptación a los tiempos como es el uso de los nuevos medios tecnológicos, tanto por los narcotraficantes como la policía, o podemos decir que hay momentos en que hay una mayor incidencia de entrada de la droga por los puertos o las costas, pero en definitiva, es más o menos lo mismo.
Hace poco alertaba de que en la provincia se mantenía un nivel elevado de entrada de estupefacientes, ¿pero sigue habiendo grandes figuras dueñas de la droga o los clanes gallegos se dedican más a aportar la infraestructura?
Organizaciones desde luego las hay, independientemente de que sean dueñas o solo presten infraestructura. Siempre que hablamos de cantidades elevadas de cocaína detrás hay una organización especialmente compleja, con medios, y la comunidad gallega en general y las Rías Baixas, en particular, siguen teniendo un gran protagonismo como vía de entrada de cocaína en España y en último término en Europa. Solamente hay que ver las cantidades aprehendidas anualmente y ponerlas en comparación con el resto de España o de Europa.
¿Destacaría algún caso en especial por su complejidad u otro motivo?
En términos generales, si hubiera que hacer un resumen, los de blanqueo de capitales generan mayor complejidad que los de tráfico, y también en los de un gran número de acusados, sobre todo cuando se superan los 10. Por lo demás, es más o menos la misma en todos los juicios.
Respecto al blanqueo, en la última reforma del Código Penal se producen unos cambios al respecto. ¿Consigue mejorar la acción judicial? Entidades como la FGCN siempre inciden en la necesidad de despojar a los narcos de sus bienes.
La reforma se introdujo en los artículos que regulan el decomiso, aunque el efecto es el mismo porque facilita que ahora podamos incluir muchos más bienes en el concepto de ganancias procedentes del delito. Ahora corresponde al delincuente acreditar que eso lo ha ganado con dinero lícito, aún estando en manos de testaferros o paraísos, y si no es así, será objeto de decomiso.
Hace algunos años propuso la creación de juzgados especializados en la lucha contra el narcotráfico. ¿Esa demanda llegó a tenerse en cuenta?
No ha tenido eco o por lo menos ningún gobierno ha dado el paso, pero sigo manteniendo lo mismo y es que desde hace años las unidades policiales de lucha contra la criminalidad organizada están especializadas y están en lugares de España especialmente sensibles. La Fiscalía también y sin embargo, los órganos judiciales no, y una forma de responder más adecuadamente sería crear juzgados especializados en la lucha contra el crimen organizado y donde existiera una demanda real. Esto permitiría evitar situaciones como las que hay actualmente. Algunos, como los mixtos de Vilagarcía, no están dotados y tienen que enfrentarse contra las formas más graves de la delincuencia. A pesar de la magnífica labor de los jueces, están celebrando una vista por una trifulca entre vecinos por la mañana y por la tarde dictan una resolución donde están acordando infiltrar a un agente en una organización criminal. No parece lógico.
¿Hay medios suficientes?
Quizá el mayor problema desde el punto de vista de la justicia es la carga de trabajo. Se necesitan más juzgados, más fiscalías, más personal atendiendo las fiscalías, porque tenemos que defender más asuntos de los que tenemos capacidad.
¿Cree que a lo mejor los políticos ya no ven el narcotráfico como un problema grave?
Sí, pero tuvo su eco como problema central y hoy en día se ha desviado a otras cuestiones. Se habla más de corrupción, quizás porque hay más y narcotráfico sigue habiendo el mismo. Lo más grave del narcotráfico ya no es si la droga es buena o mala, que es mala y mata, sino que genera criminalidad organizada y esta comete otros delitos. Es absolutamente normal que en nuestras acusaciones por tráfico formulemos acusación también por tenencia ilícita de armas, falsedad documental, integración en organización criminal, etc.