el documento es un poder notarial con fecha de 7 de mayo de 1593 en el que Miguel de Cervantes dice ser criado del Rey, estante en Sevilla y vecino de la toledana Esquivias.
El poder lo otorga Cervantes a Pedro Ramírez, vecino de Sevilla, para que éste pudiera recibir de los vecinos de las villas de Lucena (Córdoba) y Jimena (Jaén) todo el trigo, cebada, garbanzo y otras semillas que debieran a Cervantes como comisario al servicio de Pedro de Isunza, proveedor general de las galeras de España. Este es uno de los cuatro nuevos documentos históricos que relacionan a Cervantes con su actividad recaudatoria en Andalucía y que Cabello Núñez, archivero municipal de la Puebla de Cazalla (Sevilla), suma a los que ha hallado en los últimos años, entre ellos uno más con firma del autor del Quijote, cuyo hallazgo ya publicó en 2014 en revistas especializadas.
Según el investigador, el documento firmado por Cervantes hallado ahora pudiera ser el primero que acredite su visita personal a ambas localidades andaluzas aunque el nombre de Lucena ya figuraba en la larga nómina de pueblos y lugares que se indican en la comisión que Pedro de Isunza dio a Cervantes y a Diego de Ruy Sáenz el 1 de octubre de 1591 para sacar provisiones con las que proveer a la Armada.
El documento más antiguo de los cuatro hallados ahora por Cabello Núñez está fechado en Sevilla el 15 de mayo de 1589.
Se trata de un poder notarial que Bartolomé de Llarena (o Llerena), comisario real de abastos y compañero de Cervantes, otorga al posadero y comediante Tomás Gutiérrez para que éste, en su nombre, pudiera cobrar 200 reales de plata a Domingo de Ania, un vecino de Sevilla a quien se los había prestado estando en Écija.
A la firma de esta escritura se hallaron presentes Cervantes y el también comisario y compañero de ambos Miguel de Santa María, quienes actuaron como testigos de Bartolomé de Llerena al no ser este conocido por el escribano.