Las excavadoras deshacen las dunas de Riazor un mes después de haberlas formado

Las excavadoras deshacen las dunas de Riazor un mes después de haberlas formado
Las máquinas dejarán lista la playa para el baño el viernes javier alborés

Poco más de un mes han durado las dunas de Riazor. Si la última semana de abril las excavadoras rodaron por la playwa empujando con sus palas toneladas de arena, ayer comenzaron a realizar la misma tarea en sentido inverso. El Ayuntamiento había decidido levantar de nuevo las dunas proyectoras contra temporales a finales de abril, puesto que la acción del agua las había allanado bastante desde que se dispusieron la primera vez, en octubre. No se preveía ningún temporal en ese tiempo y, en efecto, ninguno ha tenido lugar, pero el Gobierno local decidió jugar sobre seguro y hasta ayer, las dunas de dos metros y medio de alto se mantuvieron como la primera barrera de Riazor contra el oleaje.
Es una tarea que supone mucho trabajo, puesto que las dunas están formadas por 23.000 metros cúbicos de arena que compondrán una barrera de 362 metros de longitud. Es por eso que la operación, en las que intervienen una cuadrilla de obreros, dos excavadoras y un tractor, se prolongarán por espacio de una semana, hasta dejarlas llanas y listas para recibir a los veraneantes, puesto que se espera que este fin de semana reine el buen tiempo.
Una vez se haya terminado la tarea de allanar la playa, será el turno de instalar las papeleras y la casetas, así como el resto del mobiliario de verano. Si todo marcha según lo previsto, y el tiempo se mantiene despejado y más estable de lo que se ha mostrado en los últimos días, los coruñeses podrán empezar a disfrutar del sol y el aire libre.

banderas azules
Este año, las playas coruñesas vuelven a superar el examen que acredita su calidad excepcional y que les hace merecedoras de las banderas azules que concede la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac) y la Fundación Biodiversidad. La limpieza, la presencia de un número adecuado de socorristas o una buena accesibilidad, así como calidad de las aguas, son algunos de los parámetros que determinan si una playa es merecedora de la distinción.
Por tercer año consecutivo, la de Oza no ha logrado superar los mínimos. Su condición de playa portuaria la hace especialmente sensible ante cualquier vertido (por pequeño que sea), lo que perjudica la calidad de las aguas.
De todos modos, que una playa no tenga la bandera azul no significa que no sea apta para el baño. La Consellería de Sanidade realiza sus propios análisis y garantiza la seguridad, como en el caso de la Oza, que con enseña o sin ella continúa siendo el destino estival de numerosos vecinos de Os Castros y O Castrillón. A todos les gusta que el puerto la mantenga resguardada del viento y la marea.

Las excavadoras deshacen las dunas de Riazor un mes después de haberlas formado

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