Un 96% de los trabajadores de Novagalicia Banco teme por su empleo, el mismo porcentaje que rechaza por “inmorales” las millonarias indemnizaciones de sus directivos.
Estos datos están extraídos de una encuesta elaborada por la Fundación Deas, del sindicato Csica, con preguntas a 650 trabajadores del sector realizadas entre marzo y abril.
Casi el 93% de los encuestados de Novagalicia Banco considera que la desaparición de las dos entidades anteriores –Caixa Galicia y Caixanova– no era necesaria para reestructurar el sector. Los trabajadores opinan de forma mayoritaria (73,67%) que la reestructuración financiera se hizo de una manera precipitada y con ausencia total de transparencia.
Los empleados creen que la mayor pérdida del proceso ha sido la extinción de la actividad de la obra social inherente a las cajas de ahorros, que se vive “con preocupación y nostalgia”, y la “exclusión financiera” como consecuencia “de la nefasta gestión de los equipos directivos y de la injerencia política”. En este sentido, el 72,75% apunta a los políticos como los principales responsables de los cambios en el sector.
Por otro lado, el portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, consideró ayer que el futuro de Novagalicia “está decidido políticamente desde hace tiempo”, y auguró su “venta a precio de saldo a cualquier entidad de tipo estatal”. Vázquez citó nombres de dos entidades, Bankia y el Banco Santander, como posibles compradores de la gallega, si bien recalcó que “el que parece más claro es Bankia”.
Vázquez formuló esta hipótesis tras una reunión con el secretario xeral de la CIG, Suso Seixo, en la que formuló la propuesta del BNG para la conformación de un banco público en Galicia.