El grupo popular aceptó ayer dos peticiones de comparecencia ante el Congreso del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, planteadas por la oposición para que dé explicaciones por el caso Bárcenas, pero rechazo la del PSOE al llevar incluida la solicitud de dimisión del jefe del Ejecutivo.
Dos días después de que Rajoy anunciara que comparecería a petición propia en el Congreso para informar de la situación política y económica del país y dar su versión del caso Bárcenas, la Diputación Permanente de la Cámara Baja debatió tres peticiones de comparecencia del jefe del Gobierno por este mismo asunto y planteadas por la oposición.
El portavoz popular, Alfonso Alonso, anunció que iba a aceptar dos de las peticiones, una de ellas presentada por CiU y PNV, y otra por la Izquierda Plural y el Grupo Mixto.
Ambas reclamaban la presencia de Rajoy ante el pleno del Congreso para informar del caso Bárcenas, mientras que la del PSOE, rechazada por los populares, concretaba que debía comparecer para “dar cuenta de cuándo y cómo piensa asumir las ineludibles responsabilidades políticas que se derivan de las informaciones facilitadas por el extesorero del PP y que deben provocar su dimisión”.
La portavoz del grupo socialista, Soraya Rodríguez, había avanzado minutos antes de la intervención de Alonso que su grupo hará dos peticiones a Rajoy en el pleno ya fijado del 1 de agosto: “Verdad y dimisión”.
Rodríguez lamentó que el comportamiento del PP, del Gobierno y de Rajoy “ha sido de todo durante estos últimos meses menos serio”, y ha advertido de que, la próxima semana, el jefe del Ejecutivo no puede limitarse a hablar de economía, sino que tendrá que rendir cuentas de las acusaciones de supuesta financiación ilegal del PP, de la supuesta contabilidad B de ese partido y de los hipotéticos cobros en dinero negro.
Rodríguez se preguntó “si alguien cobraba en A en el PP” e insinuó que las noticias que se van conociendo sobre el caso dan a entender que “la contabilidad B era la verdadera”.
Para Rodríguez, las noticias indican que “la contabilidad B era la verdadera y la contabilidad era simulada.