El Madrid roza el ridículo ante el Schalke pero pasa a cuartos de final

El Madrid roza el ridículo ante el Schalke pero pasa a cuartos de final
Fuchs adelantó al cuadro alemán con este remate (0-1) efe

 

El Schalke 04 rozó la gesta en el estadio Santiago Bernabéu (3-4), donde destapó los peores defectos del vigente campeón de Europa, un Real Madrid sin personalidad al que levantó de la lona Ronaldo, y se quedó a un solo gol de eliminar a la peor versión del equipo de Ancelotti.
Siempre en superioridad el conjunto alemán en cualquier rechace, generando segunda jugada, a los diez minutos avisó Choupo-Moting, antes de tener que retirarse lesionado, enganchando desde la frontal un pase atrás que rozó el poste. Era un aviso con argumentos. En el Real Madrid nadie replegaba tras perdida y la falta de intensidad provocaba derrota en cada duelo individual. Kroos salvaba un remate de Huntelaar y a la afición blanca se le agotaba la paciencia. Los silbidos acompañarían el partido.
Meier corría sin rival y chutaba desviado y el primer gol del Schalke llegaba con un error de Casillas a disparo de Fuchs.
Aparecían los nervios, los malos gestos entre compañeros. Arbeloa se desesperaba pidiendo ayuda y Cristiano respondía.
Un saque de esquina dio oxígeno al Real Madrid. El testarazo de Ronaldo inapelable a la red.
De un balón muerto en la frontal Huntelaar sacó un derechazo a la cruceta y a cinco del descanso se anticipó a todos para mandar a la red el rechace de Casillas al disparo de Meyer. Era el 1-2.
El Schalke acariciaba la gesta pero Cristiano se empeñó en evitarla. En un arranque de raza, que no de fútbol, el Real Madrid cerró una primera parte para el olvido salvando los muebles.
Cuando el Bernabéu respiraba hondo y se disponía a despertar de la pesadilla, con un golazo de Benzema a los 52 minutos, llegó un final de infarto. El francés encontró un balón dentro del área, lanzó dos amagues que sentaron a rivales y marcó a puerta vacía.
Solo cinco minutos después el joven Sané se adueñaba del balón sin un defensa que le saliese al paso y desde fuera del área, con todo el tiempo del mundo, sacaba un zurdazo al ángulo donde no llegaría Casillas (3-3).
En el peor día que se recuerda de la defensa madridista, Huntelaar incendiaba el final. Cogió la espalda a Pepe y el pase al espacio de Sané, ayudado por Modric, lo chutó arriba con potencia en un disparo imparable que significaba el 3-4 a seis minutos del final. El madridismo sufrió cada segundo hasta que el colegiado señaló el final del duelo.

El Madrid roza el ridículo ante el Schalke pero pasa a cuartos de final

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