a.b. > a coruña
Ni 24 horas ha dejado pasar la defensa de Adriana Amenedo para empezar a preparar el recurso que presentará ante el Tribunal Supremo y con el que pretende revocar la condena de 47 años impuesta a la joven como coautora de los dos asesinatos perpetrados en Betanzos en septiembre de 2008. El letrado que la representa, José Ramón Sierra, mostraba ayer su sorpresa ante la decisión de la Audiencia Provincial de condenar a Amenedo por las muertes de José Manuel Gómez, alias Pachá, y su novia Claudia Castelo, y de implicarla también de forma directa en el descuartizamiento de sus cadáveres. Se basan en la declaración de una persona que no es testigo, sino que es un imputado, que tiene mala relación con ella y que no está obligado a decir verdad, destaca el penalista, que lamenta que la prueba fundamental contra la acusada haya sido el testimonio incriminatorio del autor confeso del doble crimen, que era su pareja en aquella fecha.
Esa es, en esencia, la misma tesis que mantuvo esta defensa durante el juicio, y que no ha sido compartida por el tribunal de la sección segunda. Por contra, en la sentencia por el doble crimen se da cuenta de la credibilidad del relato del acusado, y se descarta que los cambios de su declaración exculpó a Amenedo en sus primeras comparecencias, para luego acusarla de haber sido partícipe respondan a un intento de perjudicar de forma maliciosamente a la coacusada.
Drogadicción > Distintos serán los motivos en el recurso que, con toda probabilidad, presentará ante el Supremo el abogado Eduardo Boudín en nombre del procesado, Manuel Prado Riveiro. La minuciosa confesión que prestó este acusado durante la vista hace inviable intentar una absolución, pero su defensa entiende que hay un extremo por el que sí se puede luchar: la aplicación de la circunstancia atenuante de drogadicción, que podría servir para obtener una rebaja a los 51 años que dicta, en su caso, la resolución. No hay otra explicación para un suceso como este, señalaba ayer el letrado, que entiende que solo una persona trastornada puede cometer un crimen como el del Betanzos.
No ha sido, sin embargo, el criterio de los magistrados, que han entendido que solo una persona lúcida y con sus capacidades cognitivas intactas puede planificar y cometer el crimen, limpiar la escena a conciencia e incluso buscar en internet mecanismos para deshacerse de los cadáveres con sustancias químicas, como hicieron según la sentencia Prado Riveiro y Amenedo.
Positivo > Así lo entendían también los abogados de las familias de los dos fallecidos, que ejercieron Víctor Bouzas en nombre de los parientes de José Manuel Gómez y Pablo Freire en representación del padre y las hermanas de Claudia Castelo. Al igual que la Fiscalía, las dos acusaciones particulares mantenían que ambos acusados tuvieron implicación directa en las muertes, con lo que la sentencia hecha pública el miércoles supone para ellos un resultado positivo, aun cuando no estima su pretensión de considerar los descuartizamientos como un delito individualizado, de profanación de cadáveres.
No se contempla la profanación, aunque ese es un tema secundario. Nuestro objetivo principal era la condena de ambos como coautores, así que la sentencia es conforme a lo que pedíamos, resumió ayer Bouzas, quien entiende que no cabía otro fallo.
Como él, Pablo Freire se muestra satisfecho con la sentencia, en tanto que refrenda, en lo fundamental, las tesis que sostuvieron a lo largo del procedimiento las tres acusaciones y unas penas muy similares a las que ellos reclamaban para los procesados. En este sentido, el penalista destaca la labor efectuada durante el juicio por la fiscal, Beatriz Pacios, un trabajo muy brillante y acorde con lo que reclamaban las acusaciones particulares: Los tres hemos ido de la mano.
A ojos de este abogado, la sentencia supone además una reparación del daño para las familias de los dos fallecidos dentro de lo que se puede, porque implica una larga estancia en prisión de ambos acusados.