El acuerdo europeo que defenderá Pedro Sánchez será sin vetos ni “troikas”

El acuerdo europeo que defenderá Pedro Sánchez  será sin vetos ni “troikas”
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en la presentación del Plan para reforzar el sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación, en Moncloa, Madrid (España), a 9 de julio de 2020. 09 JULIO 2020;SANCHEZ;PLA

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afronta una difícil semana con la negociación del fondo de recuperación europeo y los presupuestos plurianuales de la UE, un paquete económico que marcará las bases de los presupuestos y de los planes de reconstrucción nacionales tras la crisis del coronavirus.

España será previsiblemente el segundo país más beneficiado, tras Italia, en el reparto del fondo y el Gobierno tiene claro que la mayor parte de lo que reciba deben ser ayudas directas.

Pero además, Sánchez rechazará un acuerdo que contenga estrictas condiciones que conlleven la repetición de una “troika” o que permitan vetos por parte de un solo Estado miembro a los planes de cualquier otro.

La cumbre se celebrará en Bruselas los días 17 y 18, pero antes de llegar allí, Sánchez tiene previsto viajar esta semana a tres capitales europeas para acercar posiciones con otros países.

Tras haber mantenido la semana pasada encuentros con aliados en esta negociación, como los primeros ministros de Italia y Portugal, Sánchez buscará ahora convencer a los más difíciles: los países “frugales”.

Como recalcaron fuentes del Gobierno, Sánchez les advertirá del riesgo que también ellos corren si la recuperación de la UE es asimétrica y deja a otros países atrás, porque supondría una fragmentación del mercado interior, del que los “frugales” también se benefician, y lo debilitaría aún más de lo que ya está.

Además, España recuerda que el acuerdo ayudaría a mantener la estabilidad financiera actual que afirma que no se puede poner en peligro.

A lo que Sánchez no está dispuesto, según insisten desde el Gobierno, es a que se repita un sistema de control como el de la anterior crisis, por lo que afirman que rechazará que pueda haber cualquier tipo de veto.

No obstante, si lo está a aceptar que el Consejo Europeo supervise los planes de reformas de los países e incluso que los apruebe con mayoría cualificada, pero nunca por unanimidad, como habitualmente toman todas las decisiones los jefes de Estado y de Gobierno en el Consejo, porque eso supondría que cualquier país podría vetar los planes de otro.

Al igual que no quiere vetos, Sánchez tampoco apoyará que el proceso se retrase o sea poco eficiente y no garantice un reparto rápido de las ayudas.

El presidente del Gobierno insistió una y otra vez, por eso, en que julio debe ser el mes del acuerdo, porque los países no pueden esperar más.

En Moncloa apuestan por que sea ya en este Consejo del viernes y sábado próximos, aunque haya que alargarlo al domingo, y no se tenga que esperar a una cumbre extraordinaria sobre la que ya se especula para finales de mes.

Según la propuesta de la CE, a España le corresponderían más de 140.000 millones del fondo, aunque dicha cantidad puede variar si salen adelante los cambios propuestos por el presidente del Consejo, Charles Michel.

La idea que llevará el presidente del organismo a la mesa del Consejo el día 17 es mantener el montante total del fondo aunque con un mayor control de los estados miembros, y plantea reducir en un 2 por ciento el presupuesto plurianual (2021-2027).

No obstante, en el presupuesto europeo España tiene mucho que batallar. Por ello, Sánchez pedirá en esta negociación que se mantengan en niveles similares a los actuales las políticas denominadas “tradicionales”: la Política Agraria Común (PAC) y las políticas de cohesión.

Ambas, en su opinión, demostraron su utilidad durante la crisis y son imprescindibles para la agricultura y las zonas rurales de la Unión Europea.

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