Durante la semana pasada la Policía Local colocó en los parabrisas de los coches estacionados en la Ciudad Vieja unos apercibimientos en los que se explicaba que estaban mal aparcados. Desde hoy, esas notas se transformarán en multas con el objetivo de eliminar los vehículos del barrio. Sin embargo, los vecinos se muestran escépticos con que hoy ya no haya coches en sus calles.
“La costumbre está muy arraigada y no ha habido suficiente información”, explica Rosa Quiroga, presidenta de la Asociación de Vecinos de Ciudad Vieja. A pesar de sus dudas, la representante vecinal matiza que el deseo de los residentes es que la situación sea la contraria y la campaña de la Concejalía de Movilidad surta efecto antes de que lleguen las multas. De hecho, ayer había un buen número de coches mal aparcados.
"Menos coches"
Quiroga destaca que en las últimas semanas “algo sí que ha cambiado”, y por las calles del barrio “hay menos coches”.
Aunque en menor volumen, “las calles estrechas y los monumentos” no se libran de los conductores que aparcan mal. “Es una mala costumbre y es difícil erradicarla”, indica la presidenta de la entidad vecinal. “La gente toma conciencia cuando quiere tomarla”, añade, en alusión al momento en que se hagan efectivas las sanciones.