La mayoría de los porteros de locales nocturnos de la ciudad operan sin la licencia de la Xunta

La mayoría de los porteros de locales 
nocturnos de la 
ciudad operan sin la licencia de la Xunta

Durante gran parte del verano que ahora ha entrado en su recta final, la noche coruñesa ha sido últimamente objeto de varias polémicas relacionadas con la seguridad ciudadana. En agosto, por ejemplo, la Policía Nacional detuvo a un sujeto armado con un cuchillo y fuera de sí por el consumo drogas, que se había parapetado tras la barra de un bar de la calle Torreiro. Tuvo que ser reducido por la fuerza, incluyendo un tiro al aire. En julio, se registraron varias peleas violentas, una de ellas con arma blanca incluida, y otra en la que un hombre agredió a tres jóvenes de 20 años. Ese mismo mes, la Policía Local, realizó redadas en dos afterhours considerados problemáticos, donde se descubrió que los porteros no tenían licencia de controlador de accesos. Lejos de ser una excepción, se trata de lo más habitual en los locales nocturnos de la ciudad, según reconocen las fuentes consultadas.


Desde la Asociación de Empresas y Expertos de Seguridad de Galicia, su presidente, Roberto Lage, señala una explicación para este fenómeno: “Muchos de los porteros llevan años haciendo esto y tienen antecedentes”. Este historial puede deberse a denuncias por agresión durante un altercado mientras trabajaban pero, en cualquier caso, les inhabilita para poder inscribirse en la Academia Galega de Seguridade para sacar el título, como es obligatorio desde hace casi diez años.

Un portero profesional, que se graduó en la primera promoción (recuerda que eran cerca de 200 y que cien de ellos no superaron el test psicotécnico) asegura que parte del problema es que nadie, ni siquiera la Policía Local ni la Xunta, que es la responsable de la legislación, controlan su cumplimiento: “En A Coruña, es papel mojado”. De hecho, la mayor parte de las intervenciones relacionadas con la comprobación de accesos la lleva a cabo la Policía Local, no la Nacional ni la Autonómica.

Sin comprobar
En teoría, un portero o controlador de accesos debe llevar colgado del cuello su licencia en todo momento cuando está trabajando. “Pero lo que ocurre es que cuando hay un problema, y les dices a los policías que si quieren ver la licencia, te dicen que no, que lo que quieren es el DNI”, asegura el portero. Además, en los anuncios que buscan un controlador acceso, piden la licencia, pero luego nunca se comprueba.


“Yo dejé de renovar la licencia, porque nunca me la pedían”, explica el profesional de la seguridad. Esta situación no es tan alarmante en empresa grandes, que ofrecen personal de vigilancia para grandes eventos, pero es habitual en pequeños locales nocturnos.

Además, la situación de ilegalidad se suman otros infracciones también graves: en las redadas en los afterhours del mes pasado, el portero de uno de los locales llevaba encima una porra extensible de acero, un arma ilegal para civiles. Incluso el camarero del local estaba armado con una pistola eléctrica.

La mayoría de los porteros de locales nocturnos de la ciudad operan sin la licencia de la Xunta

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