
iniciativa didáctica escolares en pena furada
El arqueólogo coruñés Antón Malde dirige el equipo que, desde hace meses, estudia
el que podría ser el principal santuario galaicorromano descubierto hasta la fecha en Galicia.
En Pena Furada se esconde uno de los grandes tesoros de As Mariñas, pero si su análisis es fundamental para aclarar qué ocurrió en Coirós entre los siglos I y IV, igual de fundamental es saber transmitir las conclusiones de esta investigación a los hombres y mujeres del XXI.
reportaje de lucía tenreiro
Antón Malde defiende la educación como herramienta fundamental de transmisión do patrimonio, y Pena Furada esconde uno de esos tesoros que conviene difundir entre quienes son el futuro de As Mariñas.
Una veintena de arqueólogos y voluntarios investiga desde hace meses la existencia en este lugar de un posible santuario galaicorromano cuyo elemento central sería la figura de una mujer tallada en una piedra a la que en Coirós se refieren como A Moura, y que los expertos han identificado, al menos como primera hipótesis, como la diosa Navia.
Las Escuela de Educación Infantil (EEI) de O Fontelo, en las parroquias de Santa María de Ois y de Coirós de Arriba han sido los escenarios elegidos por el equipo de investigadores para estrenar un programa didáctico en que los niños son, a la vez, espectadores y protagonistas, y cuyo primer y único objetivo pasa por despertar su interés por Pena Furada. Non se lles pode trasladar información demasiado complexa, porque son nenos de menos de cinco anos, explica Antón Malde, satisfecho por los resultados de una primera experiencia en Coirós.
Invitados por las profesoras de los dos centros, que empezaron a trabajar con los escolares al inicio del presente curso, los arqueólogos trasladaron hasta allí algunas piedras, proyectaron vídeos producidos por ellos mismos y hasta personajes como el druida Panoramix de Astérix. La respuesta de los menores y sus familias no pudo ser mejor. É incrible a implicación dos rapaces, pero tamén a dos pais, asegura Malde.
Así, tras el éxito de participación y expectación que despertó la actividad, que se completó con la visita de algunos niños, de la mano de sus padres, a Pena Furada, los impulsores no dudan en hablar de la oportunidad de mantener este tipo de iniciativas en el calendario anual de las escuelas.