Más de 80.000 personas refrendan en la calle el impacto de la huelga general

Más de 80.000 personas refrendan en la calle el impacto de la huelga general
La manifestación fue tan concurrida que la cola no pudo entrar en María Pita hasta que los primeros integrantes comenzaron a marcharse fotos: pedro puig

Pocos son los parámetros científicos por los que se puede medir el éxito o el fracaso de una huelga general, pero los sindicatos convocantes lograron ayer una respuesta masiva en la manifestación que convirtió el trayecto entre A Palloza y María Pita en una auténtica riada de indignados.

Más de 80.000 personas –65.000 según la siempre prudente Policía Local– pusieron colofón a la segunda huelga general del año, en la que –también según sus promotores– cuatro de cinco coruñeses se sumaron a la protesta.

Lo cierto es que, con todos los atenuantes propios de una huelga general, la movilización consiguió paralizar los servicios más significativos, desde la recogida de basura hasta la descarga y subasta en la lonja, pasando por los transportes aéreo y ferroviario.

 

UN DOMINGO CUALQUIERA

Como sucede siempre, la huelga general tuvo más incidencia en el centro y las grandes industrias que en los barrios y la pequeña producción; más en los núcleo industriales, como la propia ciudad o Arteixo, que en los municipios de menos poder industrial, como el resto de la comarca.

La manifestación convocada por los tres principales sindicatos se convirtió en una de las más concurridas de la historia de la ciudad

Incluso las patronales más reacias a reconocer el éxito de este tipo de movilizaciones amagaron con claudicar. Así, la Confederación de Empresarios admitía que en los grandes polígonos se había dejado notar la incidencia del paro, casi al mismo tiempo que la Federación de Comercio –con quejas sobre miedos y amenazas incluidas– estimaba que la mitad de los negocios familiares había cerrado sus puertas. La sensación que se respiraba en las calles era muy similar a la de un domingo cualquiera.

De hecho, el tráfico era tan escaso que ni siquiera la mastodóntica manifestación causó importantes retenciones, algo inusual para ser miércoles.

Los tres máximos responsables de los sindicatos en la comarca –Demetrio Vázquez (CCOO), José Carrillo (UGT) y Paulo Carril (CIG)– destacaron desde la cabecera de la manifestación que ésta era la más multitudinaria que se recuerda en la ciudad desde los tiempos de la Transición.

Cada uno de ellos desde su prisma particular, los tres coincidieron en subrayar que el éxito de la movilización debe ser entendido por el Gobierno como un mensaje claro de la sociedad civil hacia la política de austeridad.

Más de 80.000 personas refrendan en la calle el impacto de la huelga general

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