La librería que logró salvarse de los fans de Harry Potter

La librería que logró salvarse de los fans de Harry Potter
GRAF9191. OPORTO, 15/01/2019.- Fotografía facilitada por la Librería Lello. Entraban a centenas, se agolpaban para fotografiarse y dañaban tanto los ejemplares que los fans de Harry Potter casi acaban con la librería portuguesa

Entraban a centenas, se agolpaban para fotografiarse y dañaban tanto los ejemplares que los fans de Harry Potter casi acaban con la librería portuguesa Lello, que ha conseguido dar la vuelta a la situación y no solo sobrevivir a las ingentes visitas, sino lucrarse con ellas.

Con 113 años recién cumplidos, la librería Lello es uno de los edificios más conocidos de Portugal y uno de los principales puntos turísticos de Oporto desde inicios del siglo XX, con una expansión de fama y admiración constante desde entonces.

Tenía buenas razones para ello, como su impresionante fachada neogótica, su selección de libros e incluso la historia de su fundación, lograda gracias a un billete de lotería premiado; anécdota poco conocida al haber quedado enterrada por la locura de Harry Potter.

Todo, en realidad, se debe a rumores jamás confirmados por la autora de la saga, explican fuentes de la administración de la librería, habladurías que sostienen que se inspiró en esta tienda cuando escribía la historia del niño mago. En concreto, Lello sería aparentemente el origen de la tienda de libros “Flourish and Blotts”, donde Potter y sus compañeros compran cada año los libros para ir a Hogwarts; las escaleras de Lello, aseguran los fans, se corresponden con las vistas en las películas del conocido mago.

Lo único que se sabe es que Rowling residió en Oporto en los años 90, y más allá de eso quedan las peculiares “coincidencias”: el fundador de la oscura casa Slytherin se llama Salazar, igual que el dictador luso del siglo XX, y los uniformes con capa de Hogwarts sean idénticos a los que llevan los universitarios portugueses.

Para los fans de Potter bastaron los parecidos de las películas con Lello para empezar a saturar la pequeña librería portuense hasta causar daños que amenazaron su patrimonio.

“En los últimos 20 años la librería sufrió un gran declive porque con la invasión turística comenzó a tener un mayor flujo de visitantes que no compraban libros, si no que deterioraban el patrimonio”, cuenta la presidenta de administración de la librería Lello, Aurora Pedro Pinto.

La cosa empeoró cuando Oporto se convirtió a partir de 2008 en un destino ideal para escapadas, lo que hizo que las filas para entrar a la tienda no solo la compusieran fans de Potter; de hecho, éstos son ya residuales.

Para paliar la situación, la administración impuso en 2015 un billete de entrada por valor de cinco euros, que se descuentan en una eventual compra. La fórmula ha servido para incrementar las ventas, que ascienden a 1.200 ejemplares por día, lo que ha convertido a Lello es la tienda que más libros vende de Portugal. La librería estima que el 40% de los visitantes son lectores, lo que hace que el 60% restante deje beneficios por entrada.

La librería que logró salvarse de los fans de Harry Potter

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