Once jornadas para sobrevivir, ese es el “exigente” reto para el Lugo una vez que el balón vuelva a rodar el próximo sábado ante el Racing de Santander en la primera final que le espera y para la que sus futbolistas están preparados, como explica en una entrevista con Efe el centrocampista Jaume Grau, que ya siente el “cosquilleo” previo a la competición.
“Estamos en la recta final para retomar la competición y ya con las ganas de volver a competir y tener esas sensaciones”, confiesa el joven futbolista valenciano, que viste la elástica rojiblanca cedido por el Osasuna tras haber dejado de pertenecer el año pasado al Real Madrid, en el que se formó.
Partidos cada 72 horas; finales, en el caso del Lugo, por la permanencia; altas temperaturas y ausencia de aficionados en las gradas, esa será la nueva normalidad futbolística.
“Va a ser exigente. La competición va a pedir que todos estemos al cien por cien porque vamos a necesitar de todos. Estamos preparados para ello”, asegura el centrocampista.
La primera piedra en este final de temporada exprés es el Racing de Santander, colista de LaLiga SmartBank. “Es una final ahora y era una final antes de que pasase esto (el parón por la COVID-19). En cada partido nos jugamos mucho, el primero es importantísimo, ante un rival directo. Cada encuentro va a ser como una final”, sostiene.
Indiscutible
Él llegó a la interrupción del campeonato por el coronavirus como titular indiscutible en el centro del campo del Lugo, con nueve jornadas seguidas en el once. Desde el segundo partido con Curro Torres como entrenador ha estado en todas las formaciones iniciales.
Lejos de lamentar que la pandemia haya cortado su progresión, rescata lo poco positivo que ha podido tener: “quizá me haya venido bien para coger fuerzas”. “Tenemos el objetivo muy claro y nos queda el último empujón, que va a ser muy exigente”, afirma el futbolista del Lugo.
Como otros jugadores y equipos que están en la zona baja de la tabla, a Grau le gustaría conocer qué pasará con los puestos de descenso en el caso de que la competición no pueda concluir, aunque tampoco pierde el tiempo con suposiciones. “Esperemos que antes de que empiece la competición se aclare todo, pero no perdemos energía pensando en esas cosas sino en llegar en las mejores condiciones posibles a los partidos”, advierte.
En Lugo, lejos de su Valencia natal y de Madrid, que le acogió los cinco últimos años, Jaume Grau, que en mayo cumplió 23 años, aprovechó el confinamiento para atreverse con la cocina, hablar con la familia y ponerse al día con los amigos. l