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  Un centenar de niños de tercero de Primaria del colegio Ponte dos Brozos no pudieron asistir a clase con normalidad a primera hora de la mañana de ayer. El motivo de esta situación fue la rotura de una tubería que provocó que se inundase toda la planta baja del pabellón dos del centro escolar en donde se ubican cuatro aulas.
Los alumnos tuvieron que ser redistribuidos por otras aulas o quedarse en el patio del centro mientras los operarios terminaban las labores de achique del agua. Con todo, no fue hasta las diez y media de la mañana, después del recreo, cuando se inicairon las clases con normalidad.
Los trabajadores del centro dieron aviso de la inundación a las ocho de la mañana. Desde el Ayuntamiento aseguran que la avería era pequeña y que a las nueve ya estaba solucionada, lo que no impidió que las aulas quedasen inutilizables hasta dos horas y media después.
Una vez puesto en conocimiento del gobierno local la situación, hasta el colegio se acercaron Protección Civil y personal de Obras para llevar a cabo las labores de achique en las que también tomaron parte los propios trabajadores del centro escolar.
Para secar y devolver la instalación a unas condiciones aceptables, los operarios utilizaron aspiradoras de agua, fregonas y también escobas.  

Antecedentes > No es la primera vez que el Ponte dos Brozos sufre una inundación de similares características; tal y como explica el director, Javier Díaz, la anterior tuvo lugar en julio. “A última foi o 26 de xullo e foi no pavillón un tamén na planta baixa. Nos enteramos ás dez da noite e nos se arranxou ata as tres da mañá”, expone Díaz.
En aquella ocasión las labores se complicaron porque el municipio estaba en fiestas. De nuevo, Protección Civil y la Policía Local tuvieron que acercarse hasta el recinto para ayudar a solucionar el problema.
Sin embargo, el director pone el acento en la importancia de reparar las deficiencias del colegio “canto antes”. Recuerda que una incidenciacomo esta no solo afecta al desarrollo normal de las clases; “deteriórase moito más, os mobres, equipos, a pintura”, relata.
El agua no solo llega a las instalaciones cuando se rompe una tubería. Este centro inaugurado en los años 70 y que cuenta con más alumnos de toda Galicia presenta filtraciones en todos los pabellones, tal y como señalaba un informe elaborado el año pasado. La peor parte se la lleva el gimnasio viejo, del que se llegaron a desprender unos cascotes el curso pasado.