Mónica Juanatey, la noiesa acusada de ahogar su hijo de nueve años en Menorca y abandonar luego su cuerpo en el interior de una maleta en un barranco aseguró que no sabe lo que ocurrió antes que encontrase muerto al niño, pero pese a su amnesia temporal cree que ella fue la causante de su fallecimiento.

La presunta parricida se enfrenta a una pena de 20 años de cárcel por haber ahogado en la bañera de su casa al niño, César, en el verano de 2008, unos hechos que reconoció ante la Policía y el juez de instrucción tras ser detenida en el año 2010, cuando se halló la maleta con el cuerpo del pequeño.

Afirma que solo sabe que preparó el baño y que luego encontró muerto al menor

La mujer, natural de Noia, aseguró ayer ante el jurado de la Audiencia de Palma que no sabe lo que pasó el día de la muerte del niño, y ha asegurado que solo se acuerda de haberle preparado un baño en su casa y que su siguiente recuerdo es con él muerto en sus brazos.

La acusada, que prestó declaración con voz temblorosa, interrumpiendo varias veces su relato a causa de las lágrimas, afirmó que aunque no recuerda nada piensa que ella podía haber sido la causante de la muerte.

nadie más

“No puedo describir qué pasó porque no me acuerdo, pero es que allí no había nadie más”, ha dicho, y ha negado que en ese momento padeciera algún trastorno, tal y como defiende su abogado.

Manifestó que tras encontrar a su hijo muerto estuvo dos o tres horas en el suelo llorando con su cuerpo en brazos y señaló que no cree que se metiera solo en la bañera porque “no lo hacía nunca”.

Luego, continuó explicando, metió el cadáver en la maleta “con las cosas que él tenía siempre consigo” –gracias a las cuales se identificó el cuerpo– y sin pensar en lo que hacía. “No sé ni dónde lo dejé”, detalló.

Ha relatado que sobre abril de 2008 dejó a su pareja y padre adoptivo del niño diciéndole que se iba a Menorca dos meses a trabajar, pero realmente se trasladó a la isla para empezar una relación con un hombre que había conocido por internet y a quien ocultó que era madre.

Mientras ella estaba fuera, el niño vivió primero en Galicia con el padre adoptivo, pero la mujer lo puso luego a cargo de sus abuelos al entender que el hombre no lo cuidaba bien. n