Reportaje | Siempre nos quedará París para enfundarse trash metal

Reportaje | Siempre nos quedará París para enfundarse trash metal
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El grupo coruñés Strikeback dio un golpe con efecto, que llegó más allá de los escenarios y se subió a la pasarela para participar en la Fashion Week de París este fin de semana, de la mano del diseñador japonés Junya Watanabe, que se fijó en su logo de letras bizarras y en las imágenes que la banda de trash metal eligió para las portadas de sus dos discos y las quiso estampar en camisetas de algodón. En el desfile, el grupo le puso el toque a outfits que el modisto completó con faldas vaqueras con una especie de tutú. Modelos rupturistas que bebieron de complementos con metal y botas militares. 
Los artistas aceptaron encantados el reto porque ven necesario eso de conectar su música con otras disciplinas y le dijeron que “sí” sin dudarlo al japonés, con el que trabajaron durante un par de meses. Ellos aportaron las imágenes que sirvieron para ilustrar  “Share your Hate”, su primer LP publicado en 2014, donde se puede ver una calavera tenue a la que Humberto Martínez le puso una corona de espinas y la usada en “The Plague”, que salió a la luz este mismo año, donde aparece un hombre colgado. Lo pintó Gustavo Sazes y representa sus pensamientos sobre la sociedad. Lo que les gusta y lo que no. Strikeback no solo conquistarán París. Su nombre también se leerá en un showroom de Tokio. Desconocen cómo se produjo el flechazo que unió el arte que se fabrica en Japón y el que sale de las cuerdas en A Coruña, pero saben por uno del equipo que lo hubo. 
Dicen los músicos que abanderan un subtipo como el trash dentro de un mundo muy amplio. El suyo se caracteriza por sonidos más agresivos y ritmos pesados. Prodecentes de guitarras contundentes que hacen ruido aquí y en Portugal. Dos veces tocaron ya en el Resurrection Fest, dentro de un momento donde lo más duro pega más: “Tuvo un empujoncillo, aunque no tienes la misma posibilidades que el pop y el rock, que está abierto a más publicos. No pudieron asistir a la cita, pero están contentos de vivir la experiencia, de ver cómo sus diseños son tendencia para seguir repartiendo acordes. Son todos amigos que comparten inquietudes. La música les ayuda a descargar sus emociones. A criticar lo que no aprueban, “son muchas cosas” y sintetizarlo en impactos visuales. El 12 estarán en el Bairrada Metal Fest que se celebra en Ancas. De la pasarela al escenario en un trash. l

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