Los esfuerzos del Ayuntamiento por mejorar la convivencia entre los perros y las personas que los aman y los que prefieren tenerlos lejos, no están teniendo tanta aceptación como sería deseable. En esta ocasión, la crítica parte de los amantes de los perros, que cuestionan la recientemente inaugurada área canina de Eiris: según la presidenta de la asociación Cancoruña, Elena Castro, han sido numerosos los usuarios de esta área que se han quejado de que la Concejalía de Medio Ambiente ha cometido un error de diseño básico al cubrir de césped la zona acotada, en vez de otro material más apropiado, como el jabre.
“No lo parece, pero el césped es muy sucio”, aclara Castro. Cuando un perro defeca y su dueño recoge los excrementos, estos suelen manchar la hierba, y en una zona de tanta concentración de canes como Eirís, es de esperar que muy pronto se convierta en un lugar desagradable, sobre todo en verano, con el calor imperante. En cambio, el jabre (una arena natural de granito) resulta mucho más limpio porque la materia en contacto con las heces se queda pegada a ellas, así que acaba en la bolsa con el propio excremento. “Incluso es mejor para los animales porque queda adherido a la piel, con que se sacudan un poco se cae”, explica la portavoz del colectivo de amantes de los perros. De hecho, la primera área canina de la ciudad, instalada en el parque de Santa Margarita, tenía el suelo de jabre, y era muy apreciada por los dueños de los perros. “Por lo menos, hasta que hubo que reponer el jabre y pusieron otro de mala calidad. Ahora está peor.”, se lamenta Castro
También en Bens
Mientras, en el área canina de Bens, al otro lado de la ciudad, las cosas no marchan mejor, aunque en este caso no se pueda echar la culpa a las instalaciones: usuarios denuncian los problemas que se producen con perros que sus dueños dejan sueltos por zonas de este espacio fuera de los límites del área canina. En las últimas semanas fueron varias las protestas que llegaron hasta el área municipal de Medio Ambiente alertando de los problemas que se producen con canes en espacios en los que no pueden estar sueltos y las molestias que producen a otros ciudadanos.
Es por eso que la gente que acude a este lugar para hacer deporte protesta de manera bastante continuada. Las quejas recibidas por el área de Medio Ambiente están siendo analizadas en busca de una solución que permita que la convivencia, sin descartar una mayor vigilancia por parte de la Policía Local.