El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se tendieron la mano para el acuerdo ayer desde la tribuna del Congreso, pero lo hicieron mientras se han cruzado duros reproches que han terminado en bronca. Entre medias, ambos deslizaron acusaciones de estar en campaña electoral y buscar elecciones.
El debate entre Iglesias y Sánchez fue el más agrio del pleno, el líder de Podemos hizo recriminaciones a Sánchez que encendieron a la bancada socialista. “Le vamos a decir las verdades a la cara”, les dijo.
Pese al tono, el líder de Podemos insistió en defender que es posible poner en marcha un gobierno de izquierdas con los votos del PSOE, Podemos y sus confluencias, Compromís e Izquierda Unida, y las abstenciones de ERC y Democracia y Libertad. Así, le animó a no seguir su camino con C’s, con quien hizo un acuerdo que sirve para pactar con el PP.
Aunque ha apuntado cuál puede ser, a su juicio, la explicación: que a Sánchez la “vieja guardia” le ha “prohibido” pactar con Podemos. Y entre ellos se refirió en concreto a Felipe González, “el que tiene el pasado manchado de cal viva”. “Cuídese de él, son malos consejeros”, añadió Iglesias, que con su alusión al expresidente socialista provocó un auténtico incendio en la bancada del PSOE.
A pesar de las duras críticas, Iglesias aseguró que está dispuesto a llegar a acuerdos con el PSOE y ha dicho que tiene “la mano tendida”.