La absolución este sábado de George Zimmerman del asesinato del adolescente negro Trayvon Martin ha multiplicado las protestas en varias ciudades de EEUU, mientras organizaciones pro derechos civiles presionan al Departamento de Justicia para que presente cargos federales contra el exvigilante.
El secretario de Justicia y fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, deberá decidir si presenta cargos federales contra Zimmerman, después de que fuese absuelto por un jurado de homicidio y asesinato en la muerte de Martin, de 17 años, a quien disparó cuando iba desarmado en la localidad de Sanford (Florida) en 2012. La Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP, en inglés), la organización de derechos civiles más antigua de EEUU, y otros grupos de defensa de los derechos civiles están presionando a Holder a este fin.
Holder, primer afroamericano fiscal general de la nación, se enfrenta a una decisión difícil en un polémico caso que ha llamado la atención de todo el país y ha despertado un renovado debate sobre la discriminación racial.
Tras algo más de 16 horas de intensas deliberaciones, el jurado, compuesto por seis mujeres, alcanzó el sábado un veredicto unánime de no culpable en favor de Zimmerman y lo entregó por escrito a la jueza encargada del caso, Debra Nelson. La defensa de Zimmerman alegó que este había disparado contra Martin en defensa propia cuando le dio un puñetazo y se sentó a horcajadas sobre él y golpeó su cabeza contra el suelo. La absolución de Zimmerman provocó varias manifestaciones en distintas ciudades estadounidenses, desde Nueva York a California.
Pese a que la mayoría de las manifestaciones fueron pacíficas, como en Los Ángeles, San Francisco o Sacramento, las protestas se tornaron violentas en la ciudad de Oakland, donde la Policía informó de la rotura de ventanas y mobiliario urbano, así como de pequeños incendios en las calles. Mientras, el presidente de EEUU, Barack Obama, pidió ayer respeto para la decisión del jurado.