La Xunta analizó ayer el anteproyecto de ley de la mejora de la estructura agraria de Galicia que pretende, entre otras iniciativas, movilizar al Banco de Terras fincas resultado de concentración parcelaria o perímetros cercanos a núcleos urbanos que estén en estado de abandono.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, explicaron que este texto será remitido al consello agrario y al forestal, que lo analizarán el próximo mes, antes de ser aprobado por el Gobierno gallego.
Los propietarios de estos terrenos podrán ponerlos a producir, alquilarlos a un tercero para que produzcan o cederlos al Banco de Terras, ya que si no la Xunta podrá actuar “de oficio”, según Quintana y movilizar las fincas al Banco de Terras.
Tanto Núñez Feijóo como la conselleira incidieron en que esta ley pretende pasar del concepto de concentración parcelaria al de reestructuración, ya que hasta ahora se hacía la unión de fincas con el único objetivo de ganar superficie, pero sin tener en cuenta el uso de las mismas.
Además, la media de los procesos actuales de concentración se sitúa entre 10 y 20 años, un tiempo que quiere reducir para que no supere los cinco años.
Quintana explicó, en alusión a los perímetros situados cerca de núcleos urbanos que estén abandonados, que la Xunta actuará en ellos para que no constituyan un riesgo de incendio.
“Proponemos analizarlos para aconsejar a los propietarios que hagan una explotación agraria o forestal, que la alquilen o que los cedan al Banco de Terras. Es una pena que gente joven busque trabajo fuera de nuestra tierra cuando en el rural tienen posibilidades”, indicó la conselleira.
Destacó que la Xunta trabaja para analizar todas las tierras y ver para qué vale cada una, y que a cualquier persona que quiera desarrollar un proyecto agropecuario o forestal “se le pueda ayudar incluso en la búsqueda de tierras” para su realización.