Rechazo frontal de la oposición al paso de peatones en Alfonso Molina

Rechazo frontal de la oposición al paso de peatones en Alfonso Molina

Los grupos de la oposición mostraron al Gobierno municipal su rechazo a la posibilidad de instalar un paso de peatones en el lugar que ocupaba la pasarela que cruzaba la avenida de Alfonso Molina a la altura del instituto Fernando Wirtz y que fue retirada recientemente.
El asunto fue llevado al salón de plenos por el Partido Popular, quien pidió al Gobierno local que dialogue con los colectivos afectados para buscar una alternativa, así como descartar la posibilidad de colocar un paso de peatones y hacer un modificativo de crédito urgente en caso de que se decida que un nuevo paso elevado es la opción mejor valorada.
Tanto el PP como el PSOE y el BNG dejaron claro a la Marea que la opción de un paso de peatones en ese lugar les parece una idea fuera de lugar. “El paso de cebra es una auténtica temeridad, una trampa para los peatones”, dijo Begoña Freire, mientras que el socialista José Manuel Dapena recordó que “la instalación de un semáforo fue una idea que lanzó el concejal y que generó polémica porque hay dos centros educativos, uno de los cuales exteriorizó una profunda negativa por la inseguridad”. El edil socialista dejó una puerta abierta a esta opción, pero siempre después de que se haya realizado la humanización de Alfonso Molina. 
Finalmente, la portavoz del BNG, Avia Veira, explicó que pidieron expedientes que recomendasen la colocación de un paso de cebra en el lugar, pero destacó que “non os hai”.  Además, recordó que la pasarela se instaló después de que hubiese movilizaciones ciudadanas que solicitaban una infraestructura de este tipo, por lo opinó que ahora un paso de peatones no parece una decisión muy conveniente, ya que para ello es necesario “pacificar a velocidade” en la zona.

Sin diálogo
Otro de los aspectos criticados por los grupos de la oposición fue la manera de actuar del Gobierno municipal, que decidió proceder a la eliminación del paso elevado y a proponer la instalación del paso de peatones sin haber consensuado nada con los centros educativos de la zona ni con las asociaciones vecinales de la zona.
“La realidad es que el gobierno de Ferreiro lo hace al revés. Primero hay que hacer el estudio,  el análisis, hablar con la gente y luego se toma la decisión”, aseguró Begoña Freire, quien pidió a la Marea que “dialogue con vecinos y colegios para buscar una alternativa consensuada”.
Avia Viera lamentó que el Gobierno municipal no iniciase antes de la eliminación de la pasarela un proceso participativo junto a los centros educativos y colectivos de vecinos afectados para decidir los pasos a dar y la alternativa más adecuada. “Chama a atención que un goberno que fai procesos participativos ou de diálogo non fixese ningún”, destacó, antes de añadir que “as medidas a posteriori non se tomaron axeitadamente”.
También el socialista José Manuel Dapena solicitó al Gobierno local mayor diálogo para dotar a los colegios y habitantes de la zona de una solución adecuada, en contra de lo que está sucediendo. “La humanización de Alfonso Molina está en la concepción del Partido Socialista, pero todas estas medidas deben ser a través del diálogo y de la participación que tanto proclama la Marea, pero que no realiza”. 

Estudios
Por su parte, el concejal de Movilidad, Daniel Díaz Grandío, explicó que recientemente mantuvieron un nuevo encuentro con los responsables de los centros educativos para buscar una solución. “Implantaremos as medidas de calmado que saian deste proceso e as actuacións que se definirán teñen o único fin de perder unha autopista urbana”, explicó.
“Estudamos os tráficos peonís e no momento nos que se confirmaron os problemas estructurais, pechámosla”, dijo Grandío sobre la manera en la que decidió actuar el Gobierno local. 
El edil destacó que cuando se retiró la pasarela se instalaron medidores para definir la intensidad de tráfico por ese punto de la avenida de Alfonso Molina. Además, aseguró que el Ayuntamiento va a seguir trabajando “da man dos centros escolares e de Stop Accidentes” para buscar una alternativa, aunque no quiso hacer referencia en ningún momento a su intento de instalar un paso de peatones.

La posibilidad de anular las multas de la ORA sale adelante entre críticas por su retraso y poco calado

Los coruñeses podrán anular las denuncias por excederse en el tiempo pagado para aparcar en la zona azul de la ORA o por no contar con el tique correspondiente después de que la corporación municipal diese el visto bueno. Ello no libró a la Marea de recibir amplias críticas por la poca magnitud de la modificación de la ordenanza y los dos años que se tardó en llegar a este punto.
La más crítica fue la concejala del PP Begoña Freire, que recriminó al edil de Movilidad, Daniel Díaz Grandío, la gestión que hizo del proceso. “En el ecuador del mandato ha conseguido traer una modificación puntual de la ordenanza, un párrafo en el texto, así que eficiencia cero”, aseguró la popular.
Además del tiempo empleado para presentar este cambio, Freire también puso de manifiesto las dudas sobre el destino final que tendrán los ingresos por las anulaciones. “Si hay reclamación judicial de la concesionaria, la culpa es suya, espero que sepa defender los intereses de los coruñeses porque hasta ahora no lo ha hecho”, dijo. 
La socialista Yoya Neira realizó una corta intervención durante la que explicó que “se trae una ordenanza de mínimos” y que “seguro que sería mejor tratar otras cuestiones que planteamos en las alegaciones”, aseguró la concejala, quien añadió que espera que lo sucedido con la ORA “nos haya enseñado que llegar a acuerdos tiene que ser el mandato fundamental que nos trae aquí”
Como el resto de grupos, la portavoz del BNG, Avia Veira, criticó el poco calado que recoge la modificación final, para la que además se necesitó demasiado tiempo. “A reforma da ordenanza tiña que ir máis aló, é a carta vez que ven a pleno, o que da mostras dos problemas para chegar a acordos”, dijo, antes de recordar que llevan “un ano con este asunto sobre a mesa”.
Avia Veira terminó calificando de “minúscula” la modificación de la ORA que presentó en el salón de plenos el equipo de gobierno y aseguró que el resultado final no le convencía.

Defensa y bronca
Díaz Grandío aseguró que el rechazo a la modificación de la ordenanza que planteó la Marea en enero “rozou o esperpento” y criticó al Partido Socialista por haber votado en contra de ella después de que se estimasen varias de sus alegaciones, lo que abrió “o escenario de aprobación dunha ordenanza de compromiso”.
Después de que el concejal de Movilidad hiciese referencia a la  operación “Pikachu” se montó una discusión entre la portavoz del PP Rosa Gallego y el alcalde, Xulio Ferreiro, que acabó por llamar al orden a la popular ante la negativa de esta a remitir en sus protestas hacia el regidor. l

 

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