Pese a tratarse de una deidad pagana, el dios Momo acudió ayer religiosamente a su cita con los devotos del Carnaval coruñés. En el Obelisco se respirava Entroido ya a media tarde, con coruñeses vistiendo sus mejores galas choqueiras y deseando que Momo subiese presto a su trono.

La ascensión de Momo fue seguida por miles de coruñeses, que no dudaron en aplaudir las galas del dios griego de la burla y el sarcasmo, que este año apareció ataviado con el uniforme completo del Depor y una Torre de Hércules señalando hacia arriba el camino del ascenso. El dios del Carnaval mantendrá su efímero reinado en la zona del Obelisco hasta el lunes cuando será trasladado hasta la plaza de España, para su posterior incineración –el miércoles– en la playa de San Amaro.

Pero antes de eso, “queda mucho Carnaval por delante”, como afirmaban las decenas de comparsas que rondaban los Cantones en la pasada noche. El punto novedoso de este año corrió a cargo de la compañía teatral Bestiario que imprimió de color –más si cabe– los dominios de Momo. Los asistentes pudieron disfrutar de un espectáculo visual muy llamativo inspirado en los cuatro elementos –tierra, agua, viento y fuego– al que dieron vida decenas de actores.

El gran desfile > También ayer dio comienzo el velatorio de la Sardina, en el bar Pardillo de la calle Arenal, que continuará durante los próximos cuatro días. Pero la cita más importante del fin de semana llega hoy con la Gran Cabalgata de Carnaval y el concurso de carrozas y comparsas. La parada comenzará a partir de las 17.30 horas en los jardines de Méndez Núñez y está previsto que participen más de 50 agrupaciones. La entrega de premios se celebrará en María Pita, seguida por una sesión de fuegos artificiales.