El gobierno local recurrirá todos las sentencias desfavorables de Someso

La sentencia emitida el martes por el juzgado número uno de lo contencioso administrativo confirma “los peores presagios” del Ayuntamiento sobre el “caso Relámpago”. Así lo reconoció ayer el alcalde, Carlos Negreira, que anunció que el gobierno local recurrirá tanto este fallo judicial, como todos aquellos desfavorables a los intereses de la administración municipal relativos a las expropiaciones de Someso.

Para el regidor, se trata de un asunto que le preocupa especialmente ya que, además de los 8,16 millones que el Ayuntamiento empezó a pagar en enero a los antiguos dueños de unos terrenos en la zona, se podrían sumar cerca de 14 millones más por las 25 causas abiertas y pendientes de sentencia relativas al “caso Relámpago”. “Ojalá nos hubiésemos quedado en los ocho millones de euros”, se lamentó el alcalde, en relación los cinco autos del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, en los que se condena al gobierno local al pago de esta cantidad por haber expropiado unos terrenos en Someso en 1989 para un campo de fútbol, que en 2004 vendió para la construcción de viviendas y un centro comercial.

“Vamos a intentar que en los sucesivos recuersos que vamos a seguir interponiendo conseguimos tener la razón”, señaló Negreira, que recuerda que el fallo emitido el martes por el juzgado número uno de lo contencioso administrativo condena una decisión adoptada por la junta local del bipartito en noviembre de 2010, en la que rechazó la petición de reversión de los terrenos solicitada por unos 25 afectados por las expropiaciones realizadas en Someso.

El Ayuntamiento esperará a tener todas las sentencias para ver qué solución es la más favorable para las arcas locales. Y es que, según el popular, este sí es “el mayor recorte de la historia de la ciudad”, que los coruñeses “están pagando por las chapuzas del urbanismo de los últimos 28 años”. “Intentaremos llegar hasta el final”, matizó Negreira, que lamentó que el PSOE, responsable de las decisiones adoptadas en 1989 y en 2004, “no pida disculpas”.