70.000 Años de la tuberculosis

70.000 Años de la tuberculosis
Un trabajador sanitario recoge una muestra de un paciente enfermo de tuberculosis en un hospital en Jammu (India). EFE/Archivo

 La bacteria de la tuberculosis -hoy en día clasificada como Mycobacterium tuberculosis y Mycobacterium africanum- tiene 70.000 años, apareció en África y acompañó a los humanos modernos que salieron de ese continente para poblar Europa y Asia, según un estudio que publica la revista Nature Genetics.

Esta es la principal conclusión de este trabajo, en el que además de Iñaki Comas, del Centro Superior de Investigación en Salud Pública (Csisp-Fisabio, Valencia), participan investigadores de Suiza, Reino Unido y China.

La tuberculosis, a pesar de que hoy en día es una enfermedad curable, causa todavía alrededor de 1.400.000 muertes al año en el mundo, y se estima que infecta a un tercio de la población mundial.

Esta es una de las caras de esta patología; la otra, que sólo entre un 5 y 10 por ciento de las personas infectadas desarrollan tuberculosis, pues la bacteria, aunque presente en los pulmones de los pacientes, se puede mantener en estado latente gracias al trabajo del sistema inmune, capaz de contenerla, según Comas.

Precisamente esta "doble cara" de la enfermedad es lo que ha llevado al grupo de Comas a realizar esta investigación.

Para ello, y tratar de entender el origen evolutivo de la bacteria, los científicos secuenciaron el genoma de 259 cepas representativas de áreas de África, Europa, América y Asia.

A partir de ahí, sacaron una serie de conclusiones, entre ellas, que la bacteria de la tuberculosis tiene 70.000 años (los científicos calculan la edad por las mutaciones genéticas sufridas).

"Los análisis evolutivos nos han permitido inferir que la asociación entre la bacteria de la tuberculosis y los humanos puede datar de alrededor de 70.000 años", ha aseverado a Efe Comas, quien ha apuntado que esta "salió junto a los pobladores que salieron de África" (se estima que esto pudo ocurrir hace unos 65.000 años).

La bacteria, ha continuado Comas, "ya infectaba a humanos antes de que estos dejaran África".

Además de datar y localizar la bacteria, este estudio apunta que probablemente existiera una forma menos virulenta de este microorganismo, limitado por el bajo número de hospedadores disponibles -el único reservorio de la bacteria son los humanos-.

En este sentido, Comas y sus colegas proponen que la bacteria ha evolucionado hacia un estado más virulento.

"Creemos que cuando hay explosiones demográficas, como las ocurridas en el neolítico o en la revolución industrial, se seleccionan formas más virulentas de la bacteria; se dispersa e infecta más rápido", ha remachado Comas.

Para este científico, esta ha sido capaz de adaptarse a los cambios poblacionales, pudiendo evitar su propia extinción incluso en poblaciones muy pequeñas: "el éxito de la humanidad ha dado lugar también al éxito de la bacteria y, por tanto, de la enfermedad".

Este trabajo también señala que entre todos los genomas analizados de las distintas cepas se han identificado siete linajes o grupos genéticos, con más de 30.000 diferencias genéticas.

Se trata, según Comas, de un "valioso recurso" para la comunidad investigadora de la tuberculosis, que ayudará a establecer diagnósticos y diseñar nuevos posibles fármacos.

En concreto, el grupo de Comas está tratando ahora de encontrar cuáles de estos 30.000 cambios genéticos están relacionados con la virulencia.

Comas ha destacado además que este estudio ha sido posible gracias al uso de las tecnologías de secuenciación masiva, un cambio en los análisis que no era posible hace solo diez años.

Este no es el único estudio sobre tuberculosis que publica Nature Genetics.

En el último número aparecen otros tres, que abordan la resistencia antibiótica a esta enfermedad.

En uno de ellos, Maha Farhat, del Hospital General de Massachusetts, identifica, tras la secuenciación de 123 cepas de tuberculosis, 39 nuevas regiones resistentes a fármacos.

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