La nueva sede de Caramelo inicia la actividad en el polígono de Vío

La nueva sede de Caramelo inicia la actividad en el polígono de Vío
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A pocos días de que se abra el paso que lo comunica con Pocomaco, el polígono de Vio es todavía una gran extensión vacía. El único foco de actividad es la nueva sede de Caramelo, que ha abierto recientemente sus puertas. Más de 50 personas trabajan a diario en el edificio, que ejemplifica el nuevo comienzo de la empresa tras salir en mayo del año pasado de un concurso de acreedores. “Creemos que Caramelo ya ha tocado fondo, ahora estamos en una etapa nueva”, anunció Felipa Joven, su presidenta.
Con ella estaba el director general, Enrique Fernández, que mostró las nuevas instalaciones donde se está centralizando la nueva etapa. Con unas dimensiones de más de 4.000 metros cuadrados, acoge los departamentos de diseño, compras, patronaje, planificación comercial y recursos humanos. “Esperamos que contribuya a dinamizar el polígono”, deseó Jove.
 Sin embargo, la producción no se lleva a cabo en esta planta, sino en Portugal y, en menor medida, en Egipto. La sede actúa como almacén desde donde se distribuye la ropa a las diez tiendas y los 42 puntos de venta que tiene la marca por toda España. “Es un momento positivo e interesante”, aseguró Fernández, mientras recorría las instalaciones acabadas de inaugurar.

no a la "Moda muy moda"
También es allí donde se planean los diseños de la marca. “Teníamos claro que la calidad era uno de los rasgos que queríamos mantener”, expuso el director general. Por su parte, Jove calificó a su público de “edad media”, que “valora la moda pero no la moda muy moda”. Es decir, no demasiado rompedora a la hora de vestir.
Es en parte para asegurar la calidad de la producción que en esta nueva andadura la dirección de Caramelo ha decidido que ésta debe estar cerca, en este caso en el país vecino, poniendo fin a la anterior época en la que casi todas sus prendas provenían de Asia. “Casi toda está en Europa”, apuntó Jove. De esta manera, se puede servir a las tiendas rápidamente, en caso de que haya pedidos especiales, y se puede retocar las prendas recién salidas de la fábrica en muy poco tiempo.
Por el momento, son ya 180 puestos de trabajo los que mantiene la empresa. Sin embargo, aún son una fracción de los 700 que llegó a tener antes de que los malos resultados le obligaran a la suspensión de pagos. “Era necesario para que la empresa siguiera y llega hasta aquí”, defendió su presidenta.

La nueva sede de Caramelo inicia la actividad en el polígono de Vío

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