“El disco sigue hablando de amor y desamor, pero acorde a un tipo de mi edad”

“El disco sigue hablando de amor y desamor, pero acorde a un tipo de mi edad”
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Vestido de 50 años. En punto, a las nueve. Sergio Dalma volverá a cantarle al amor en el Palacio de la Ópera, pero desde la perspectiva del que confiesa estar arrugado de tanto sonreír. Para presentar “Cadore 33”, que fue cocinando poco a poco. Piano, piano, como le gusta a él.

¿Cansado de hacer tantas entrevistas?
Y que no falte. A mi me encanta.

Recuerde que lleva haciéndolas desde hace 25 años...
Ostrás sí, tengo la sensación de que ha pasado todo tan rápido. Porque es una cifra considerable que se junta con mis 50 años, dos números que ¡madre mía! Sin embargo, me lo estoy tomando bien, digo lo de la edad, no como los 40, que en los hombres se nota. Los 50 los recibiré a “porta gayola”.

¿Necesitaba un cambio después de “Vía Dalma”?
Sí, lo pasé muy bien con “Vía Dalma”, no solo porque fue un éxito sino porque quería desde hace tiempo compartir con la gente canciones que llevo escuchando desde la infancia. Me apetecía volver a trabajar con nuevos autores y no quería que me obstaculizara “Vía Dalma”. ¿Y qué hice? Pues me fui a Milán con el productor Claudio Guidetti.
Así que a “Cadore 33” tampoco le falta el toque italiano.
Sí y no. Utilizo melodías muy cercanas a Italia. Es un disco que sigue hablando de amor y desamor, pero más acorde a un tipo de mi edad. Hay temas más poéticos y otros que recuerdan a la primera etapa, de “Mi vida empieza hoy”. El trabajo es como muy Dalma, está toda la esencia.  Además que reúne un trabajo de tiempo, porque hasta que no tuvimos repertorio, no sacamos el disco. Está hecho con pausa y probando, que es lo que buscas con 50. Nada que ver como cuando eras joven y todo iba deprisa, pero tú aún acelerabas más.

¿Cómo suena “Cadore 33 en directo?
Cuando lo grabé, también pensé en el espíritu del directo, así que tampoco cambia tanto porque parte de ese concepto. En el concierto también sonará “Vía Dalma”, intercalado con los clásicos, que tienen nuevos arreglos y parecen diferentes. Son canciones que no pueden faltar.

¿No se cansa de bailar en el polo?
Para nada, siempre pienso que soy como un actor que tiene que representar la misma función. No siempre es la misma. Cambia dependiendo del estado de ánimo y del público. Es por eso que “Bailar pegados” me sigue emocionando.

¿La gente que le seguía de aquellas es la misma?
Siguen estando ahí y van y te dicen que tienen tus 16 discos. ¿De qué artista tengo yo tantos trabajos? Además, se han ido sumando nuevas generaciones. Hay que animarles siempre, estar en los medios y trabajar día a día. Ser coherente con lo que haces.

Esto es un buen consejo para que los que empiecen no se den de bruces.
Llevo en el mundo de las orquestas desde los 16 años y desde entonces lucho por seguir vinculado a la música. No persigo la fama, pero sí es cierto que ves a gente que por haber ganado un show de talentos, se creen que tienen la vida solucionada y no es así. La realidad es otra.

Y siempre con la sonrisa puesta.
Así estoy de arrugado pero si es por eso, bienvenidas sean.

“El disco sigue hablando de amor y desamor, pero acorde a un tipo de mi edad”

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